China reportó hoy unos 608 mil nuevos vehículos aéreos no tripulados en primer semestre de 2024, evidencia del auge de la industria de drones y de la economía de baja altitud.
Así lo confirmó Song Zhiyong, jefe de la Administración de Aviación Civil, quien además aseguró que esta cifra representa un aumento del 48 por ciento en comparación con la registrada a finales de 2023.
Por otro lado, «el tiempo de vuelo acumulado de los vehículos aéreos no tripulados alcanzó casi 9.82 millones de horas en la primera mitad de 2024, un incremento de 134 mil horas respecto al mismo período del año pasado», añadió.
En opinión del experto, estos datos indican que la denominada economía de baja altitud de China está en una etapa de rápido desarrollo.
De acuerdo con Song, la Administración optimizará aún más los estándares técnicos en el sector y guiará a las autoridades locales en la mejora de la planificación y construcción de infraestructuras para el uso de drones.
«También se realizarán esfuerzos para mejorar las capacidades de comunicación, navegación y vigilancia de los vehículos aéreos no tripulados de baja altitud y se establecerán reglas de operación y políticas regulatorias de seguridad para diferentes actividades de vuelo», agregó.
Según un reciente informe del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, la economía de baja altitud alcanzó los 505.95 mil millones de yuanes (unos 70.92 mil millones de dólares) en 2023, una cifra que debe superar el billón de yuanes para 2026.
Esa cartera emitió un documento que propone para el año 2030 la integración completa del equipamiento de aviación general en todos los aspectos de la producción y la vida del pueblo.
De hecho, China prioriza hoy la economía de baja altitud como uno de sus nuevos motores para el crecimiento, en medio de un fuerte impulso a la innovación científico-tecnológica.
Según los expertos, el aumento significativo en la cantidad de drones y áreas de prueba para la aviación no tripulada confirma que se trata de un nuevo océano azul para el desarrollo industrial del país.
Por ejemplo, en la azotea del centro comercial Star River World, en la ciudad de Shenzhen, los drones suben y bajan para completar la entrega de comida a los clientes.
En Pingdu, Qingdao, los agricultores utilizan drones de pulverización para sembrar y fertilizar, lo cual permite ahorro de tiempo y esfuerzo en la gestión de los campos.