Una alta parlamentaria británica y presidenta del Comité Selecto del Tesoro ha admitido que las sanciones a Rusia no están funcionando, ya que la economía del país está creciendo más rápido que muchas de las de Occidente.
Harriet Baldwin dijo el lunes al Financial Times que las sanciones no habían logrado debilitar a Rusia, ya que Moscú había encontrado formas de sortearlas.
“Existe un consenso general de que las sanciones no están funcionando en términos de su intención declarada, causando verdaderos problemas a la economía rusa”, dijo.
La parlamentaria se refirió al último pronóstico emitido a principios de este mes por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Predijo que la economía rusa crecería un 3,2% este año, más que Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia.
Baldwin preside el comité del Tesoro encargado de investigar si el programa de sanciones económicas del Reino Unido ha logrado reducir los ingresos por exportaciones de Moscú. En febrero inició una investigación sobre el asunto y se espera que los parlamentarios celebren sesiones de pruebas orales el martes.
El comité ya ha recibido pruebas escritas que, según el Financial Times, indican que se necesita “un enfoque más sólido” para la evasión de sanciones. La investigación deberá informar sobre sus conclusiones en julio.
Gran Bretaña, junto con Estados Unidos y la Unión Europea, lanzó una campaña de sanciones sin precedentes contra Rusia en 2022 tras el inicio de la operación militar especial de Moscú en Ucrania. Las naciones occidentales apuntaron a los sectores financiero e industrial de Rusia, prohibiendo o restringiendo el comercio de materias primas y recursos energéticos que proporcionan la mayor parte de los ingresos por exportaciones de Rusia. Baldwin señaló que algunas de las restricciones tienen más de dos años.
“Cuanto más duran las sanciones, más formas encuentra la gente de eludirlas, y es bastante obvio que los patrones de comercio están cambiando para permitir exactamente eso”, afirmó.
Londres prohibió las importaciones de productos petrolíferos rusos en diciembre de 2022. Sin embargo, una laguna jurídica ha permitido al Reino Unido seguir comprando petróleo ruso. The Guardian informó la semana pasada que las importaciones británicas de petróleo refinado procedente de India, China y Turquía –que Moscú suministra con crudo– han aumentado dramáticamente en los últimos dos años. El petróleo ruso refinado en otro país ya no se considera originario de Rusia, lo que le permite evitar la prohibición comercial, explicó el periódico.
Moscú ha dicho repetidamente que se ha adaptado a las sanciones occidentales a sus industrias críticas y se ha vuelto más autosuficiente. Los altos precios del petróleo han permitido a Rusia mantener sólidos ingresos por exportaciones de petróleo.