Se utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes.
La policía y las fuerzas especiales georgianas expulsaron a los manifestantes del edificio del parlamento georgiano, donde el martes tuvo lugar otra protesta contra el proyecto de ley “Sobre la transparencia de la influencia extranjera”, que el parlamento estaba considerando en segunda lectura.
Los manifestantes intentaron bloquear las entradas de servicio al edificio de la calle Shota Rustaveli e impedir que los diputados del Partido Georgiano salieran al exterior.
En respuesta, las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua contra la multitud. Hubo enfrentamientos ocasionales entre la policía y los manifestantes.
Las fuerzas de seguridad bloquearon todas las carreteras que conducen al edificio del parlamento.
Los manifestantes y periodistas heridos por los gases lacrimógenos recibieron primeros auxilios en el lugar.
Durante los disturbios varios manifestantes fueron detenidos.
Mientras tanto, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabashvili, acusó a las fuerzas de seguridad y al gobierno de utilizar una fuerza desproporcionada contra los manifestantes.
“En Tbilisi continúa el uso de la fuerza completamente inapropiado, no provocado y desproporcionado contra manifestantes pacíficos”, escribió el jefe de Estado en la red social X.
El presidente subrayó que toda la responsabilidad recae únicamente en el gobierno, ya que al pueblo georgiano se le niega el derecho a protestar pacíficamente.
El líder de la mayoría parlamentaria en Georgia, Mamuka Mdinaradze, dijo hace aproximadamente un mes que más del 90 por ciento de la financiación de las organizaciones no gubernamentales que operan en Georgia no es transparente.
El 15 de abril de 2024, el parlamento georgiano comenzó a discutir el proyecto de ley sobre agentes extranjeros. A su adopción se opone la oposición, la presidenta georgiana Salomé Zurabishvili, así como el cuerpo diplomático, incluida la Oficina de Representación de la UE en Georgia y la Embajada de Estados Unidos. Según quienes se oponen a la iniciativa, el proyecto de ley obstaculizará la integración de Georgia en la Unión Europea.
El 17 de abril, el parlamento georgiano aprobó en primera lectura la ley “Sobre la transparencia de la influencia extranjera”. Su adopción y discusión también estuvieron acompañadas de miles de protestas.
La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, apoyó a los manifestantes y prometió vetar esta ley.
Esta es la segunda vez que el partido gobernante Sueño Georgiano propone el proyecto de ley. El pasado mes de marzo, esta fuerza política se vio obligada a retirarla tras grandes protestas.
El nuevo proyecto de ley repite casi por completo el anterior, pero la expresión “agente de influencia extranjera” se reemplaza por el término “organización que persigue los intereses de una potencia extranjera”.
El proyecto de ley requeriría que las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación que reciben más del 20 por ciento de su financiación del extranjero se registren como organizaciones que promueven los intereses de potencias extranjeras.