El funcionario fue asesinado a tiros a plena luz del día por asaltantes con presuntos vínculos con el crimen organizado.
El fiscal ecuatoriano designado para investigar el dramático asalto ocurrido la semana pasada a un estudio de televisión local fue asesinado a tiros, según el fiscal general del país. La toma de control de la estación de televisión se transmitió en vivo y varios empleados fueron tomados como rehenes por hombres armados.
César Suárez, fiscal de la provincia de Guayas, fue asesinado en Guayaquil el miércoles, presuntamente con al menos 20 disparos mientras viajaba por la zona norte de la ciudad. La fiscal general Diana Salazar reconoció posteriormente el tiroteo en un comunicado.
“Ante el asesinato de nuestro colega César Suárez… voy a ser enfática: los grupos del crimen organizado, los criminales, los terroristas no detendrán nuestro compromiso con la sociedad ecuatoriana”, dijo, agregando que las fuerzas de seguridad habían sido colocadas en alerta superior.
Imágenes obtenidas por la AFP supuestamente mostraban el vehículo del fiscal perforado a balazos en una calle de Guayaquil. En una entrevista con medios locales a principios de esta semana, Suárez dijo que normalmente no viajaba con un guardaespaldas policial.
Según varios informes de los medios que citan fuentes gubernamentales, Suárez estaba liderando la investigación sobre el ataque a la estación de televisión el martes pasado, durante el cual hombres armados enmascarados irrumpieron en el estudio de transmisión de TC Televisión armados con rifles y explosivos y tomaron rehenes, todo con las cámaras aún grabando.
Tras un breve enfrentamiento con las fuerzas del orden, fuerzas de seguridad fuertemente armadas entraron al edificio y detuvieron a 13 agresores. El jefe de la policía nacional, César Augusto Zapata Correa, dijo más tarde que en el lugar se recuperaron “armas, explosivos y otras pruebas” y no informó de víctimas durante el incidente.
La crisis de los rehenes en el aire se produjo cuando Ecuador se sumió en el caos en medio de una ola de violencia vinculada al crimen organizado, con incidentes de secuestro reportados en una universidad, un hospital, prisiones y comisarías. Según se informa, bandas criminales han llevado a cabo ataques coordinados en todo el país, colocando explosivos y tomando rehenes, entre ellos decenas de guardias penitenciarios y agentes de policía en tres ciudades. Los ataques dejaron al menos 20 muertos.
En respuesta, el presidente Daniel Noboa declaró el estado de emergencia nacional y desplegó unos 22.000 agentes de seguridad para mantener el orden, ordenando también el cierre de escuelas y un toque de queda en todo el país.
Antes de su asesinato el miércoles, Suárez habría entrevistado a los 13 pistoleros arrestados tras el incidente del estudio de televisión y estaba trabajando para determinar quién ordenó el ataque. Anteriormente había trabajado en otros casos de alto perfil que involucraban a narcotraficantes, crimen organizado y corrupción gubernamental.