Una huelga general a nivel nacional en Grecia interrumpió el miércoles los servicios públicos en todo el país, con transbordadores amarrados en el puerto, vuelos suspendidos y el transporte público funcionando sólo a tiempo parcial, mientras los sindicatos presionan para poner fin a las persistentes medidas de austeridad impuestas a Grecia por los acreedores internacionales hace una década.
La huelga de 24 horas fue convocada por los dos principales sindicatos que abarcan los sectores público y privado. Exigen aumentos salariales y el restablecimiento de los derechos de negociación colectiva, suprimidos como parte de los rescates internacionales durante la crisis financiera griega.
Los vuelos comerciales hacia y desde Grecia y entre destinos nacionales fueron cancelados desde la medianoche del miércoles hasta la medianoche del jueves, mientras que en la capital griega los autobuses, trolebuses, trenes, tranvías y el sistema de metro funcionaron sólo durante parte del día.
El país está luchando actualmente contra un aumento en el costo de vida en medio de la preocupación de que la agitación financiera mundial provocada por los aranceles estadounidenses podría conducir a más dificultades.
“El alto costo de la vida está minando los ingresos de los trabajadores, sin que el gobierno se preocupe por ello”, afirma un comunicado de la Confederación General de Trabajadores de Grecia, el sindicato paraguas del sector privado, que añade que un gran segmento de la población del país gasta más del 40% de sus ingresos en vivienda y calefacción.
El sindicato que agrupa al sector público, conocido por su acrónimo ADEDY, pidió aumentos salariales y el regreso de las primas de vacaciones para los funcionarios públicos, que equivalían a dos meses de salario antes de que fueran abolidas como parte de las medidas de austeridad del rescate.
Los sindicatos planearon tres marchas de protesta en el centro de Atenas más tarde el miércoles por la mañana, y hay manifestaciones similares programadas en otras ciudades.