El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió hoy aquí a su homólogo ecuatoriano, Daniel Noboa, en una visita que marca el reinicio de relaciones bilaterales, tras casi 18 años sin encuentros presidenciales.
La reunión en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, estuvo marcada por la firma de varios acuerdos de cooperación en áreas como seguridad, lucha contra el hambre, inteligencia artificial, agricultura sostenible y transición energética.
Es un nuevo comienzo en las relaciones políticas, comerciales, culturales y tecnológicas entre nuestros países, declaró Lula, quien además agradeció el respaldo de Quito al Fondo Selvas Tropicales para Siempre, que será lanzado en noviembre en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) en Belém, capital del norteño y amazónico estado de Pará.
Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de fortalecer la integración regional y combatir de manera conjunta las organizaciones criminales que operan en Sudamérica.
Lula anunció la reapertura de la oficina de un agregado de la Policía Federal en la capital ecuatoriana y ofreció ampliar la cooperación en seguridad pública.
En materia económica, el anfitrión destacó el potencial de expansión del comercio bilateral, que en 2024 superó los mil 100 millones de dólares, aunque con un amplio superávit para Brasil.
Vamos a trabajar por un comercio más equilibrado, reduciendo barreras a los productos ecuatorianos señaló.
Noboa, por su parte, llamó a construir una América Latina unida y justa. Debemos cerrar el capítulo de las discusiones ideológicas y enfocarnos en las soluciones reales para nuestra gente, expresó.
Entre los principales productos exportados por Brasil a Ecuador figuran vehículos, papel, trigo y calzado, mientras que el gigante sudamericano importa del país andino plomo, pescado, confitería y plásticos.
Finalmente, Lula subrayó la urgencia de regular las grandes plataformas digitales para frenar la delincuencia digital y proteger la democracia.
De igual manera, Noboa concluyó que las discusiones ideológicas deben quedar atrás y que los gobiernos deben centrarse en atender las prioridades reales de la sociedad.
El encuentro entre Lula y Noboa fue calificado de hito en la política exterior sudamericana y un paso firme hacia una mayor integración basada en la cooperación, la solidaridad y el desarrollo sostenible.
La visita constituye asimismo un gesto de acercamiento estratégico, en un contexto regional marcado por desafíos comunes como el crimen organizado, la crisis climática y la transformación digital.