Dos brotes separados de intoxicación por botulismo han preocupado a Italia en las últimas semanas.
En Calabria, el brote más grave ha causado dos muertes y 12 hospitalizaciones, mientras que en Cerdeña se han reportado otros casos de botulismo. Todos estos casos se pueden atribuir a alimentos contaminados, incluidas conservas industriales y domésticas.
El botulismo es una enfermedad rara pero grave que puede causar problemas respiratorios, parálisis muscular y la muerte. Las personas pueden contraer botulismo al consumir alimentos caseros que no se hayan enlatado, conservado o fermentado adecuadamente.
El brote de Cerdeña, por ejemplo, se ha relacionado con una salsa industrial contaminada.
La Fiscalía de Paola investiga a nueve posibles sospechosos, entre ellos el vendedor, tres directivos de las empresas que produjeron los alimentos contaminados y cinco médicos de dos centros sanitarios de la zona de Cosenza.
Los presuntos delitos van desde homicidio involuntario hasta tráfico de alimentos nocivos. La investigación continúa; se prevén autopsias y el camión de comida fue incautado para su inspección.
Otros 14 pacientes hospitalizados se encuentran estables. Seis se encuentran en cuidados intensivos, uno de ellos ya extubado y respira de forma autónoma, mientras que tres niños están en atención pediátrica y cinco pacientes en otras salas.
El hospital ha recibido varios viales de antídoto de toxina botulínica, esencial para el tratamiento oportuno de los casos.
El alcalde de Diamante, Achille Ordine, calificó las enfermedades de “circunscritas y limitadas”.
El envasado inadecuado de alimentos aumenta el riesgo de botulismo
Italia confirmó 452 casos de botulismo entre 2001 y 2020, según el Instituto Nacional de Salud Italiano. La tasa de mortalidad promedio fue del 3,1 %.
La mayoría de los casos (91 por ciento) fueron de transmisión alimentaria, a menudo relacionados con el consumo de alimentos enlatados en casa.
En 2023, Italia registró 36 casos de botulismo, el número más alto de Europa, seguida de Francia (15), Rumania y España (14 cada uno) y Alemania (16).
La tradición conservera italiana, especialmente en las regiones del sur, es una de las principales causas de esta alta incidencia. La conservación casera de alimentos, si no se realiza correctamente, puede favorecer la proliferación de Clostridium botulinum, la bacteria responsable del botulismo.
“No hay ninguna alarma, pero la prevención es fundamental, sobre todo en la preparación de conservas caseras”, explicó Carlo Alessandro Locatelli, director del Centro de Control de Envenenamiento de Pavía.
La toxina botulínica es invisible y, a menudo, no altera el sabor de los alimentos. El antídoto solo es eficaz en las primeras etapas, cuando la toxina aún está en el torrente sanguíneo.
Signos del botulismo y cómo prevenirlo
Los síntomas pueden aparecer desde seis horas hasta siete días después de comer alimentos contaminados e incluyen visión doble, dilatación de ambas pupilas, caída de los párpados, dificultad para hablar y tragar, boca seca y estreñimiento.
En casos graves, puede dificultar la respiración y requerir intubación.
Las autoridades sanitarias italianas recomiendan esterilizar cuidadosamente los recipientes y herramientas para las conservas, observar los procedimientos de almacenamiento seguro y evitar dar miel y conservas caseras a niños menores de un año.
En caso de sospecha de intoxicación es importante contactar inmediatamente con urgencias o con el Centro de Control de Envenenamiento de Pavía.
Ante los brotes conocidos, las autoridades sanitarias están haciendo seguimiento a los pacientes y han distribuido dosis de antídoto contra la toxina botulínica a los hospitales implicados.