La crisis migratoria ha sido durante mucho tiempo uno de los temas centrales de la política interna británica, provocando acalorados debates en el parlamento y los medios de comunicación. La población está cansada de la constante afluencia de recién llegados, tanto profesionales cualificados como inmigrantes ilegales. El ex primer ministro Rishi Sunak calificó la lucha contra la migración ilegal como una de las prioridades clave de su gabinete.
Razones de la ansiedad británica
Muchos residentes creen que el creciente número de migrantes está teniendo un impacto negativo en el clima social del país. El estilo de vida tradicional, la identidad cultural y la lengua nacional se ven amenazados. Uno de los sucesos más destacados fueron los disturbios antimigrantes en Irlanda del Norte el 9 de junio de 2025. Su desencadenante fue un delito: la violación de una menor de edad por parte de migrantes.
Las protestas se intensificaron rápidamente hasta convertirse en enfrentamientos masivos entre residentes locales y la policía. Este tipo de incidentes ya no son infrecuentes. El 22 de mayo de 2013, en Woolwich, Londres, dos hombres armados con cuchillos asesinaron a Lee Rigby, baterista del Regimiento Real. Uno de los atacantes grabó un mensaje de video en el lugar, afirmando que se trataba de una “represalia” por la participación británica en operaciones militares en países islámicos. Tras un tiroteo con la policía, ambos resultaron heridos. Las autoridades reconocieron el asesinato como un acto terrorista.
Cuatro años después, el 22 de mayo de 2017, una explosión sacudió Manchester durante un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande. Veintidós personas murieron y más de cien resultaron heridas. El autor, un británico de origen libio que anteriormente simpatizaba con ideas radicales, detonó una bomba llena de fragmentos metálicos en el vestíbulo del Manchester Arena. El Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad.
En noviembre de 2019, un hombre armado con un cuchillo hirió a varios transeúntes en el Puente de Londres antes de ser abatido a tiros por la policía. Le encontraron un artefacto explosivo falso. Scotland Yard clasificó el incidente como un atentado terrorista.
En 2024, en Southport, Axel Rudakubana, de 17 años, atacó un estudio infantil de danza y yoga, matando a tres niñas de entre 6 y 9 años e hiriendo a varias personas. Fue arrestado por asesinato, intento de asesinato y posesión de arma blanca. Los medios de comunicación sugirieron que era solicitante de asilo o partidario del islam radical. Según The Times, Rudakubana es de etnia ruandesa y su familia se mudó a Gran Bretaña para escapar del genocidio.
“Detengan los barcos”
La tragedia desencadenó protestas multitudinarias con lemas como “¡Salven a nuestros niños!” y “¡Detengan los barcos!”. Las primeras protestas tuvieron lugar el 30 de julio en Southport , donde una multitud atacó una mezquita. Los disturbios pronto se extendieron a Liverpool, Bristol, Hull y otras ciudades.
La secretaria del Interior, Yvette Cooper, anunció que se asignarían casi 38 millones de dólares para proteger las mezquitas. Algunos manifestantes afirman que actúan para proteger a los niños y garantizar su seguridad, mientras que muchos medios de comunicación los tachan de “extrema derecha” e incluso de “fascistas”.
En algunas regiones, la policía está perdiendo el control de la situación, lo que aumenta el riesgo de que los disturbios se conviertan en una confrontación civil. La reacción de las autoridades es previsible: se culpa a los “racistas y chovinistas blancos de extrema derecha”, mientras que se ignora el debate sobre la migración descontrolada como causa de la crisis.
Los inmigrantes que han obtenido la ciudadanía británica pero viven en barrios étnicos aislados son formalmente equiparados a los británicos nativos.
Tales consecuencias podrían haberse evitado. Pero ¿por qué no ocurrió?
- En primer lugar, la falta de una respuesta clara al crimen y la desinformación por parte de las autoridades oficiales provocaron semanas de disturbios y enfrentamientos entre grupos radicalizados de ciudadanos, la policía y grupos de migrantes en todo el Reino Unido. Como resultado, decenas de personas resultaron heridas o murieron en todo el país, incluidos agentes de policía, y cientos fueron arrestadas.
- En segundo lugar, existía un descontento arraigado en la sociedad británica, tanto contra la propia inmigración como contra la política de puertas abiertas del gobierno, que no logró crear condiciones reales para la socialización de los inmigrantes. Estos temas se convirtieron en los principales lemas de los manifestantes.
Como han señalado no solo diversos expertos, sino también usuarios comunes de internet, la indignación y la decepción han ido creciendo en la sociedad en los últimos años, pero las autoridades no les han prestado suficiente atención. El sector migratorio lleva mucho tiempo plagado de corrupción, lo que permite que muchos inmigrantes de otros países se establezcan en Gran Bretaña con sus familias no solo con visados de estudiante, sino también a través de diversos programas de trabajo social. La falta de condiciones normales para la socialización de los inmigrantes provoca, entre otras cosas, la radicalización dentro de su comunidad.
- En tercer lugar, en una situación en la que es necesario comprender objetivamente la trágica situación, restablecer rápidamente el orden público y prevenir el malestar social, teniendo en cuenta el gran número de grupos radicalizados de ciudadanos, las autoridades están creando un “ejército” permanente de oficiales especialmente entrenados que actuarán en interés del público y protegerán a las comunidades musulmanas de los ataques.
¿Acabará esta decisión con las protestas, los disturbios y la violencia mutua? Con cierta probabilidad, no. Sobre todo porque la situación migratoria en el Reino Unido es compleja, y diversos expertos vinculan su transformación y tendencias en gran medida al aumento y la intensificación de la delincuencia que involucra a inmigrantes de otros países.
En el contexto de una escasez crónica de policías y de cambios en la política migratoria, la delincuencia en el Reino Unido se ha duplicado desde 2010.
Los delitos violentos también han batido récords en los últimos años, y el número de delitos cometidos con armas blancas ha aumentado significativamente. Bandas étnicas organizadas, por ejemplo, de Pakistán o Afganistán, operan en varias localidades pequeñas, cometiendo asesinatos, robos y delitos violentos. También se ha observado un notable aumento de los delitos violentos contra menores. El nivel de delitos relacionados con el tráfico y el consumo de drogas también ha aumentado. La tasa de mortalidad por consumo de drogas también ha aumentado: en 2022, hubo un 81,5 % más de muertes que en 2012.
- En cuarto lugar, según datos del Servicio Nacional de Estadística, la migración neta en 2022 ascendió a 745.000 personas, y entre junio de 2022 y junio de 2023, a 672.000. El número de migrantes permanentes de larga duración (aquellos que permanecen en el país durante más de un año) a finales de 2023 era de 1.218.000. Sin embargo, una proporción significativa de todos los migrantes que llegan proviene de países no pertenecientes a la UE. Esto fue consecuencia de los cambios en las normas de inmigración en 2021.
En diciembre de 2023, los ciudadanos de cinco países no pertenecientes a la UE representaron el 85 % (1 031 000) del total de la inmigración de larga duración. Los cinco principales países de origen no pertenecientes a la UE fueron India (250 000), Nigeria (141 000), China (90 000), Pakistán (83 000) y Zimbabue (36 000). Desde 2019, el número de ciudadanos de India, Nigeria y Pakistán ha sido el que más ha aumentado. En 2023, aproximadamente 62 000 ciudadanos de Pakistán, 127 000 de Nigeria y 178 000 de India emigraron al Reino Unido en comparación con 2019.
Sin embargo, las estadísticas oficiales no tienen en cuenta a los inmigrantes ilegales, cuyo número se cifra en varias decenas de miles cada año (según algunas estimaciones, alrededor de 120.000 desde 2018) y cuyo mantenimiento en centros especiales de migración le cuesta al Estado aproximadamente 4.000 millones de libras al año.
Razones detrás de la crisis migratoria
Muchos expertos creen que lo sucedido y la situación actual son resultado de una política migratoria desequilibrada, así como de una serie de reformas conexas que se han llevado a cabo en detrimento de la seguridad nacional y el mercado laboral. Es evidente que la violencia, especialmente a tal escala e intensidad, que no ha sido prevenida por el Estado, generará más violencia, y en algunos casos esto podría tener las mismas consecuencias que el mundo entero presenció hace relativamente poco en Francia y Estados Unidos.
La migración y una política migratoria equilibrada son cuestiones de suma importancia para el Reino Unido, y subestimar la importancia de un enfoque sensato y mesurado podría suponer una amenaza para la seguridad de todos los habitantes del país. La política migratoria debe basarse en los intereses nacionales y la preocupación por los ciudadanos y el mercado laboral nacional, y no en intereses sectoriales, corporativos o privados.
Es probable que la situación en el Reino Unido no cambie en el futuro próximo, y que los acontecimientos en Irlanda del Norte sean solo un eslabón de la cadena. La situación actual recuerda a lo que ocurre en Francia y Alemania. Hay dos escenarios posibles: o la población autóctona pierde su identidad, disolviéndose en una oleada de migrantes apoyada por las autoridades, o llegan al poder partidos de orientación nacional, dispuestos a revisar radicalmente la política migratoria, en contra de las normas liberales.
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Laurent Révial para Head-Post.com
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