Altos funcionarios de defensa de Camboya y Tailandia iniciaron conversaciones el jueves en Malasia para ultimar un acuerdo que ponga fin a los combates después de un feroz conflicto fronterizo de cinco días que terminó con un alto el fuego incondicional a fines de julio.
El mes pasado, el sudeste asiático vivió los combates más intensos en una década, incluidos bombardeos de artillería y aviones de combate, que mataron al menos a 43 personas y obligaron a más de 300.000 a huir de sus hogares a ambos lados de la frontera.
Los combates comtinuaron a pesar de las declaraciones diplomáticas de China y Malasia, que preside el bloque regional de la ASEAN, que piden moderación.
Los líderes de Camboya y Tailandia sólo se sentaron a la mesa de negociaciones después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, les dijera que las conversaciones arancelarias no continuarían hasta que se lograra la paz.
El ministro de Defensa de Camboya, Tea Banh, y el ministro de Defensa interino de Tailandia, Nattaphon Narkphanit, se reunirán en la sede de las Fuerzas Armadas de Malasia en Kuala Lumpur.
Los dos países desarrollarán directrices para resolver las disputas fronterizas, restablecer la confianza entre las fuerzas armadas y alcanzar un acuerdo de alto el fuego con medidas para minimizar las tensiones y proteger a los civiles, según una declaración de Nattaphon publicada antes de las conversaciones.
Los términos fueron formulados durante tres días de conversaciones entre altos funcionarios en Kuala Lumpur y se finalizarán el cuarto día en presencia de observadores de China y Estados Unidos.
Tailandia y Camboya han estado en desacuerdo durante décadas por secciones no marcadas de su frontera terrestre de 817 kilómetros, que fue cartografiada por primera vez por Francia en 1907, cuando Camboya era su colonia.