El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, acusó a Estados Unidos de haber “ayudado a organizar un golpe de Estado” en Brasil y condenó lo que describió como un intento de Washington de utilizar la presión política para imponer un castigo económico a su país.
Al hablar en un evento del Partido de los Trabajadores en Brasilia , Lula advirtió que Brasil no aceptará un trato desigual y está listo para defender sus intereses en el escenario global.
“Intentar utilizar una cuestión política para sancionarnos económicamente es inaceptable”, dijo Lula, refiriéndose a las recientes amenazas de Estados Unidos de imponer un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas.
“No olvidaré que ya ayudaron a dar un golpe de Estado aquí”, añadió Lula. No aclaró si se refería a la Operación Hermano Sam de 1964, al impeachment de la expresidenta Dilma Rousseff en 2016 o al reciente intento del expresidente Jair Bolsonaro de anular los resultados electorales de 2022.
El presidente estadounidense, Donald Trump, vinculó la amenaza arancelaria con lo que llamó una “cacería de brujas” contra el “muy respetado” Bolsonaro, acusado de intentar un golpe de Estado para mantenerse en el poder. Washington también impuso sanciones al juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien supervisa una investigación sobre la presunta conspiración.
Lula enfatizó que Brasil ya no depende económicamente de Estados Unidos, citando la expansión de los lazos comerciales globales y el fortalecimiento de las bases económicas nacionales. También reafirmó su impulso a una alternativa al dólar estadounidense en el comercio internacional.
“Quieren acabar con el multilateralismo… Quieren volver a los acuerdos entre países donde los grandes dominan a los pequeños”, dijo Lula. “En otras palabras, un país pequeño negociando con Estados Unidos es como un obrero con 80.000 compañeros negociando solo con el jefe. El acuerdo es desigual; no se gana nada”
Tenemos tamaño, tenemos postura, tenemos intereses estratégicos y económicos… Queremos negociar, pero queremos negociar en igualdad de condiciones, añadió.
Con un 50%, Brasil se enfrentaría al arancel de importación estadounidense más alto del mundo. Además, Trump ya ha amenazado con imponer un arancel adicional del 10% a los miembros del BRICS, acusándolos de intentar “destruir el dólar como patrón global”.
Brasil es miembro fundador del BRICS, formado en 2006 con Rusia, India y China. Desde entonces, el bloque se ha expandido para incluir a Sudáfrica, Egipto, Irán, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Indonesia.
Sus líderes han declarado reiteradamente que no tienen intención de debilitar el dólar, argumentando que el propio Washington lo debilita mediante abusos políticos.