Polonia extiende sus controles fronterizos temporales con Alemania y Lituania hasta el 4 de octubre. Así lo anunció el ministro del Interior, Marcin Kierwiński, el domingo. El motivo esgrimido fue la continua preocupación por la migración irregular.
El aumento de las medidas de seguridad ha hecho que la ruta a través de Bielorrusia y Rusia sea en gran parte intransitable, por lo que el movimiento migratorio se está desplazando cada vez más hacia otros estados de la UE, especialmente Lituania y Letonia.
“La estanqueidad del 98% de nuestra barrera implica que los servicios bielorrusos y rusos y la migración ilegal se están desplazando a otros sectores”, afirma Kierwiński.
“Hoy en día, la principal tarea no sólo para nosotros, sino también para nuestros socios de la Unión Europea, es cerrar la ruta a Lituania y Letonia, si se me permite utilizar esa palabra”, añadió.
En respuesta a la migración ilegal, Alemania introdujo controles en sus fronteras con Polonia y la República Checa. El año pasado, estos controles se extendieron a todas las fronteras.
“En septiembre decidiremos los próximos pasos a este respecto basándonos en los datos de los guardias fronterizos, los militares y la policía”, dijo Kierwiński.
En Lituania, se están realizando controles en 13 puntos, incluidos tres pasos fronterizos. Los 10 pasos fronterizos restantes serán puestos de control ad hoc, que podrán ser utilizados por los residentes locales.
En Alemania se realizan controles fronterizos en 52 lugares
La decisión de mantener controles en las fronteras interiores de Schengen sigue socavando el principio de la UE de libre circulación de personas.
Sin embargo, a los países Schengen se les permite introducir controles fronterizos en lo que consideran situaciones de “emergencia”, como ocurrieron durante la pandemia de COVID-19, o como “último recurso” ante amenazas a la seguridad.