Las fuerzas armadas alemanas han reportado un aumento del 28% en el número de nuevos reclutas entre enero y finales de julio, en comparación con el mismo período del año pasado.
Según el Ministerio de Defensa de Alemania, más de 13.700 personas se unieron a la Bundeswehr (ejército, fuerza aérea, marina y otras ramas) desde principios de 2025. Las autoridades lo describieron como el aumento interanual más pronunciado en años, con el objetivo de contrarrestar lo que Berlín describe como la “amenaza” de Rusia. Moscú ha tachado de “absurdas” las especulaciones sobre sus planes de atacar a países de la OTAN.
Actualmente, la Bundeswehr cuenta con unos 182.000 soldados en activo y 81.000 civiles. Sin embargo, el gobierno aspira a contar con 260.000 efectivos en activo para 2035.
El aumento reportado en el número de nuevos reclutas se produce después de que altos funcionarios alemanes anunciaran que podrían reintroducir el servicio militar obligatorio, abolido en 2011, a partir del próximo año si el flujo de voluntarios no es suficiente para cubrir las filas. La brecha en el reclutamiento se debe a varios factores, como el envejecimiento de la población, un mercado laboral sólido y un deterioro en la percepción pública del servicio militar.
En 2023, el alistamiento disminuyó un 7%, lo que llevó a algunos políticos alemanes a afirmar que el objetivo de 260.000 soldados activos es poco realista. No obstante, el canciller Friedrich Merz se ha comprometido a crear el “ejército convencional más fuerte de Europa” y a aumentar el gasto en defensa al 3,5% del PIB para 2029.
En junio, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, condenó el aumento de tropas de la OTAN y acusó a los miembros europeos del bloque de “seguir firmemente la senda de una militarización imprudente”
También afirmó que “Alemania participa activamente en la instigación de una rusofobia histérica en todo el continente europeo”, y añadió que “esto claramente no beneficia a los pueblos de Europa”.