Las naciones europeas están luchando por asegurar decenas de miles de millones de dólares en préstamos de la Unión Europea antes de la fecha límite para el plan de financiación de armas sin precedentes del bloque por 150.000 millones de euros, según Politico .
Algunos estados miembros de la Unión Europea dijeron a Politico que estaban considerando utilizar el plan de préstamos del Mecanismo de Asistencia de Seguridad para Europa (SAFE), propuesto por la Comisión Europea en marzo como parte del programa ReArm Europe, para ayudar a Ucrania en su guerra contra Rusia y reducir su dependencia militar de larga data de Estados Unidos
Bélgica, Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Hungría, Lituania y España encabezan la lista de solicitantes confirmados, según el portavoz de defensa de la UE, Thomas Regnier. Otros, como Bulgaria, la República Checa, Grecia y Letonia, declararon que se unirían antes de la medianoche del martes, fecha límite.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, anunció una solicitud de 1.200 millones de euros para modernizar vehículos blindados y adquirir camiones, proyectos originalmente previstos para 2036, pero que se aceleraron drásticamente bajo el programa.
Se espera que Francia, a pesar de sus propias limitaciones presupuestarias, se una a los solicitantes, aprovechando su larga trayectoria de defensa de la integración de la defensa en la UE. Por el contrario, se prevé que Alemania, Suecia y los Países Bajos se nieguen, lo que refleja las persistentes divisiones sobre las obligaciones de deuda compartida.
La urgencia se debe a una doble presión: el agotamiento de las reservas de armas en toda Europa y la desesperada necesidad de Kiev de apoyo militar sostenido ante indicios de que Washington podría abandonar su papel de financiación. El comisario de Defensa de la UE, Andrius Kubilius, confirmó solicitudes que se acercan a los 100 000 millones de euros.
Mecánica financiera e imperativos estratégicos
La estructura de SAFE ofrece condiciones excepcionalmente favorables: plazos de reembolso de 45 años, pagos por adelantado del 15% y tasas de interés inferiores a los costos de endeudamiento de la mayoría de los países, todo ello posible gracias al aprovechamiento de la calificación crediticia triple A de la UE.
Sin embargo, los Estados fiscalmente cautelosos se mantienen cautelosos. Austria e Italia dudan ante el temor de que un mayor endeudamiento pueda prolongar su enredo en el procedimiento de déficit excesivo de la UE, lo que pone de relieve las tensiones entre las necesidades de rearme y la sostenibilidad fiscal.
Las exigencias del presidente estadounidense Donald Trump de que los aliados de la OTAN duplicaran el gasto militar y las acusaciones de “oportunismo” supusieron lo que el presidente francés Emmanuel Macron calificó de “electroshock” para los líderes europeos. Como resultado de la intensa lucha posterior, Polonia destina más del 4% de su PIB a defensa, Rumanía aumenta su gasto en un 43% en tan solo un año, y Alemania lleva a cabo reformas constitucionales históricas para liberar el gasto militar de la carga de la deuda.