Al menos cuatro personas murieron y cientos fueron arrestadas después de que las protestas del lunes en Angola por el aumento del precio del combustible se tornaran violentas.
Los disturbios comenzaron el lunes e incluyeron saqueos y enfrentamientos con la policía después de que el gobierno anunciara que aumentaría el precio del diésel para limitar la presión de los subsidios al combustible sobre las finanzas públicas.
En respuesta, las asociaciones locales de taxis de la capital, Luanda, aumentaron sus tarifas en un 50% e iniciaron una huelga de tres días, cuando estalló la violencia.
Más de 500 personas fueron arrestadas después de que tiendas y bancos fueran vandalizados y algunos negocios saqueados, dijo un portavoz de la policía.
Mateus Rodrigues, portavoz de la policía, dijo que todavía había “focos de desorden” en Luanda y que alrededor de 45 tiendas y 20 autobuses públicos habían sido vandalizados.
La asociación de taxis ANATA se distanció de los violentos disturbios pero dijo que su huelga continuará según lo planeado.
“Ha quedado claro que la voz de los taxistas refleja el clamor del pueblo angoleño”, afirmó ANATA en un comunicado.
Angola es uno de los mayores productores de petróleo de África, pero el país no tiene suficientes refinerías para satisfacer la demanda interna, por lo que importa diésel y gasolina a precios elevados.
Se han producido recortes graduales en los subsidios al combustible desde 2023, cuando las protestas por un aumento del precio de la gasolina también resultaron mortales.
Las fuerzas de seguridad han sido acusadas a menudo de reprimir las protestas en Angola, donde el partido gobernante, el Movimiento Popular para la Liberación de Angola, está en el poder desde hace 50 años, desde que el país obtuvo su independencia de Portugal en 1975