El Centro para el Control de Enfermedades de Nigeria (NCDC) dio la alarma el lunes por un creciente brote de fiebre de Lassa en el país, confirmando al menos 800 infecciones y 151 muertes en la primera mitad de 2025.
Según el informe epidemiológico de la semana 27 de la agencia publicado el X, la tasa de letalidad nacional (CFR) ha aumentado al 18,9%, frente al 17,3% durante el mismo período del año pasado.
El NCDC informó que el número de casos confirmados había aumentado a 11 en seis estados (Ondo, Edo, Kaduna, Ebonyi, Lagos y Enugu), en comparación con los nueve de la semana anterior. Se registraron tres muertes adicionales.
La fiebre de Lassa es una enfermedad hemorrágica viral aguda endémica en algunas zonas de África Occidental. El virus se identificó por primera vez en Nigeria en 1969. Se transmite principalmente a los humanos por contacto con alimentos o artículos domésticos contaminados con orina o heces de roedores. También puede producirse transmisión entre humanos, sobre todo en centros sanitarios con medidas de control de infecciones deficientes.
La fiebre de Lassa se presenta inicialmente con síntomas gripales, como dolor de garganta, dolor muscular, tos, náuseas, vómitos y diarrea. Posteriormente, puede provocar hinchazón facial, acumulación de líquido en los pulmones y sangrado por la boca, la nariz y otras partes del cuerpo.
En 2024, Nigeria experimentó un brote importante de fiebre de Lassa, con un total de 1.309 casos confirmados y 214 muertes, según un informe de Springer.
Los expertos en salud advierten que el brote ha puesto de manifiesto graves deficiencias en el sistema de salud pública de Nigeria. Según el DailyPost, el Dr. Solomon Chollom, especialista en salud pública, destacó la necesidad de medidas de respuesta comunitarias.
“No podemos combatir el Lassa solo con la ayuda de los hospitales”, dijo. “Es necesario empoderar a las comunidades para que comprendan cómo se propaga esta enfermedad, principalmente a través del contacto con la orina o las heces de roedores, y qué pueden hacer para prevenirla”.
En declaraciones a Punch, el virólogo Dr. Moses Ayorinde se hizo eco de estas preocupaciones, señalando la escasez de recursos en los hospitales de estados muy afectados como Ondo, Edo y Taraba. Mencionó los retrasos en los diagnósticos, la escasez de medicamentos y la falta de unidades de aislamiento como los principales obstáculos para la contención.
El mes pasado, las autoridades dijeron que se estaban intensificando los esfuerzos de respuesta, incluida una mayor vigilancia, campañas de concientización y la distribución de suministros médicos limitados a zonas de alto riesgo, informó DailyPost.