Es un debate que está conmocionando a la sociedad francesa este verano. Con 1,8 millones de firmas recogidas en tan solo dos semanas, la petición contra la Ley Duplomb está conmocionando al mundo político.
Un punto en particular está cristalizando tensiones: la reintroducción de un plaguicida. La legislación autoriza a los agricultores a utilizar acetamiprid, lo cual es posible porque la sustancia está autorizada en la UE hasta 2033.
Fue una estudiante de 23 años quien encendió la mecha. Presentó su petición dos días después de la aprobación definitiva de la ley, el 8 de julio.
Para los eurodiputados ecologistas, este texto es un mensaje peligroso enviado por París a sus socios europeos.
“El problema es que Francia podría perfectamente haber recurrido a sus homólogos de los demás Estados miembros y haberles dicho: armonicemos nuestra legislación, armonicemos nuestras prohibiciones, hagámoslo en aras del interés general y trabajemos para conseguirlo. Esto no es lo que Francia ha decidido hacer”, lamenta Majdouline Sbaï, del bloque Verdes/ALE en el Parlamento Europeo.
Si Francia da un paso atrás, está destinada a hacer retroceder a Europa», añadió.
Francia quiere utilizar esta sustancia, prohibida desde 2018, para proteger sus cultivos de remolacha, avellana, cereza y manzana. Los defensores de la ley y el principal sindicato de agricultores franceses consideran que los productores nacionales están en desventaja frente a sus homólogos europeos y denuncian competencia desleal.
La eurodiputada de derecha Céline Imart recuerda que las plagas de insectos destruyen entre el 30 y el 50% de los cultivos de avellanas.
“En este caso, importamos productos de nuestros vecinos, de Alemania o Italia, pero también avellanas turcas, para abastecer las fábricas y la producción en Francia.”
Un pesticida controvertido
Los neocotinoides, entre los que se encuentra el acetamiprid, se consideran apicultores. Se utiliza una abeja para polinizar. Este tipo de sustancia representa un verdadero peligro para las abejas y, por lo tanto, para la polinización futura, advierte Majdouline Sbaï.
“Pero más allá de eso, también está implicado y considerado como un carcinógeno, un peligro para la salud de los humanos”.
Sin embargo, el debate sobre salud pública es más complejo. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) se muestra cautelosa al respecto. El año pasado, declaró que «existen importantes incertidumbres en el conjunto de pruebas relativas a las propiedades de neurotoxicidad para el desarrollo (DNT) del acetamiprid y que, por lo tanto, se necesitan datos adicionales para permitir una evaluación adecuada de los peligros y riesgos.
El pesticida podría tener efectos en el desarrollo cerebral fetal. Por lo tanto, la EFSA ha propuesto reducir la dosis diaria.
“Entiendo que exista este debate. Lo que resulta extremadamente perjudicial hoy en día es que el debate está sesgado. Y cuando intentamos poner sobre la mesa la ciencia, la racionalidad y los estudios científicos”, “terminamos topándonos con esta emoción generada por el zumbido del miedo”, responde Céline Imart.
Un golpe para la política climática
La Ley Duplomb se inscribe en una tendencia que cuestiona la política climática adoptada en los últimos años. El texto incluye otras disposiciones que facilitan la ganadería intensiva y la construcción de instalaciones de almacenamiento de agua, también conocidas como megacuencas.
“Sí, se trata de un nuevo ataque a los compromisos asumidos en el mandato anterior”, afirma Majdouline Sbaï.
Por otra parte, Céline Imart (PPE) saluda que esta ley ponga en tela de juicio el Pacto Verde Europeo.
“Estoy muy orgulloso de contribuir a desmantelar este Pacto Verde, porque creo que es la manera equivocada de abordar las cosas. La lógica punitiva, la lógica que perjudicará aún más a los agricultores, su productividad, su rentabilidad”, insiste el eurodiputado.
Por el momento, la petición en Francia ha cumplido los criterios para un nuevo debate en la Asamblea Nacional.
La Presidenta de la Asamblea Nacional se manifestó a favor de un nuevo intercambio de opiniones entre los eurodiputados. Sin embargo, este debate solo puede abordar la petición y no será seguido por una votación que pueda derogar inmediatamente la ley ya aprobada.