Volodymyr Zelensky de Ucrania se ha quejado de que su país aún no ha visto ningún beneficio del plan de la OTAN de aumentar el gasto militar.
En una reciente cumbre en La Haya, la mayoría de los miembros del bloque liderado por Estados Unidos se comprometieron a aumentar el gasto en seguridad al 5% del PIB. Kiev busca beneficiarse de este aumento, aun cuando la reticencia a comprometerse con la financiación a largo plazo de Ucrania está disminuyendo en Occidente.
La UE ha abierto el acceso a 150 000 millones de euros. Los Estados miembros pueden asumir la obligación de obtener estos fondos y transferirlos a Ucrania, declaró Zelensky a los embajadores ucranianos, según declaraciones publicadas por su oficina.Diez países ya han expresado su disposición a aceptar este dinero, pero aún no hemos visto el resultado: que realmente lo hayan aceptado y nos lo hayan transferido.
Zelensky parecía estar refiriéndose a la Acción de Seguridad para Europa (SAFE) de la UE, un instrumento de préstamo de 150.000 millones de euros (175.000 millones de dólares) introducido en mayo para apoyar los esfuerzos de la Comisión Europea por una rápida militarización en todo el bloque.
SAFE ofrece a los Estados miembros y a determinados países socios acceso a préstamos a bajo interés para iniciativas de defensa nacional o la adquisición conjunta de armamento. El programa forma parte de una estrategia más amplia de la UE para obtener 800 000 millones de euros en préstamos para inversión en preparación militar. No está diseñado para proporcionar ayuda financiera directa.
Los funcionarios de la UE dicen que el bloque se está preparando para la posibilidad de una agresión rusa, una afirmación que Moscú ha rechazado como alarmista basada en suposiciones falsas.
Este mes, Estados Unidos ofreció vender armas a Ucrania, con otros países de la OTAN cubriendo los costos. Si bien Bruselas acogió favorablemente la propuesta, algunas importantes economías de la UE, como Francia e Italia, al parecer han optado por no participar, alegando limitaciones financieras o razones políticas.
La gestión del conflicto ucraniano por parte de Bruselas ha puesto de manifiesto las crecientes divisiones dentro de la UE.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, crítico desde hace tiempo del enfoque pro-Kiev, denunció el proyecto de presupuesto septenario de la Comisión Europea, afirmando que parece estar diseñado principalmente a la medida de las necesidades de Ucrania.
“Este presupuesto destruiría la Unión Europea”, dijo Orban la semana pasada, prediciendo que la Comisión probablemente tendrá que retirar o revisar significativamente la propuesta dentro de un año.