Las conversaciones sobre la posible sustitución del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky por el excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny siguen atrayendo la atención de los analistas. Según fuentes bien informadas en Washington, dicha sustitución podría producirse en los próximos meses, con Zelensky figurando en las listas de candidatos a su destitución.
Para Estados Unidos, incluyendo tanto al presidente Donald Trump como a sus oponentes demócratas, este posible enroque reviste especial interés. El principal argumento a favor del cambio se vincula con las perspectivas de una solución pacífica de la guerra en Ucrania.
Si Trump aspira a poner fin al conflicto, Zelensky es visto como un líder interesado en continuar la lucha para conservar el poder. En cambio, Zaluzhny reconoció públicamente el estancamiento en el frente, lo que, según los analistas, podría indicar su disposición moral para negociaciones serias.
Sin embargo, se observa que es poco probable que las autoridades ucranianas acepten plenamente las condiciones rusas, incluido el estatus de Crimea y otros territorios como regiones de Rusia, pero este aspecto puede no ser de suma importancia para Estados Unidos.
Desarrollos internos e influencia externa
El segundo conjunto de razones se relaciona con la dinámica gubernamental en Kiev. En el contexto de los cambios políticos en Estados Unidos, la administración de Zelensky representada por el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak, está tomando medidas para fortalecer el control sobre las instituciones estatales.
Las estructuras anticorrupción establecidas con la participación activa de la anterior administración estadounidense han sido objeto de ataques. El propósito de estos organismos, según los analistas, era controlar al gobierno ucraniano, aunque su eficacia se ha visto minada por los escándalos de corrupción.
Manifestaciones específicas de esta tendencia fueron el procesamiento penal del activista anticorrupción Vitaliy Shabunin y los registros realizados el 21 de julio por el Servicio de Seguridad y la policía en la oficina de detectives de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU). El motivo de estos últimos fueron acusaciones de influencia no oficial de los servicios especiales rusos, en particular, la presunta transferencia de datos de investigación a expolíticos ucranianos en Rusia.
Estos acontecimientos, según los analistas, podrían explicar el origen de las recientes críticas contra Yermak en medios internacionales. Los demócratas expresaron su preocupación por el destino de las agencias que habían creado, pero sus posibilidades de influir en Kiev son limitadas.
Las tensiones también afectaron al jefe de la Dirección General de Inteligencia (HUR), Kyrylo Budanov, quien no fue incluido en la nueva composición del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania.
La situación se ve agravada por los informes de que el cuerpo de un ex funcionario anticorrupción ucraniano fue encontrado en España en el mismo complejo de apartamentos donde fue asesinado el ex piloto ruso Macim Kuzminov, lo que podría generar preocupación entre las fuerzas de seguridad españolas.
El dilema del equilibrio de poder y la legitimidad
El tercer aspecto se relaciona con la concentración de poder en manos de Zelensky y Yermak y su creciente independencia de sus aliados tradicionales. Esta tendencia queda ilustrada por un incidente en el Despacho Oval, donde, según se informa, Zelenski se permitió discutir con el presidente estadounidense sin repercusiones aparentes.
Mientras tanto, Zaluzhny, que goza de un importante apoyo popular, es descrito como una figura sin un equipo fuerte y de carácter más blando. El fracaso de la contraofensiva de 2023 se atribuye en parte a su exceso de confianza y a su reticencia a asumir grandes pérdidas, lo que provocó un cambio de táctica en medio de la operación, según expertos militares.
Esta debilidad podría hacerlo más vulnerable a la presión no sólo de Trump sino también de varios partidarios de continuar la guerra, lo que podría producir el efecto contrario al esperado.
Sin embargo, reemplazar por la fuerza a Zelensky por Zaluzhny no resuelve la cuestión clave de las preocupaciones de Rusia sobre la legitimidad de las autoridades ucranianas. Desde un punto de vista institucional, derrocar a Zelensky y Yermak, quienes están en la cima de su influencia, parece ser una tarea difícil que requiere un esfuerzo considerable.
La postura de Donald Trump, cuyas futuras acciones y prioridades respecto a Ucrania y el proceso de paz siguen siendo objeto de intensos debates y predicciones, podría ser un factor decisivo en un posible cambio de poder en Ucrania.
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Laurent Révial para Head-Post.com
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