Naciones Unidas expresó su preocupación por la detención de mujeres y niñas afganas por parte de los talibanes por presunto incumplimiento del código de vestimenta de las autoridades.
“Estos incidentes sirven para aislar aún más a las mujeres y niñas, contribuyen a un clima de miedo y erosionan la confianza pública”, añadió la misión, sin dar detalles, como el número de arrestos, las edades y el lugar donde se encontraban retenidas.
La misión de la ONU instó al gobierno talibán a “rescindir las políticas y prácticas” que restringen los derechos humanos y las libertades fundamentales de las mujeres y las niñas, en particular la prohibición de la educación más allá del sexto grado.
No hubo un representante talibán inmediatamente disponible para hacer comentarios.
En mayo de 2022, el gobierno talibán emitió un decreto que exigía a las mujeres mostrar únicamente los ojos y recomendaba que usaran un burka de la cabeza a los pies.
Los talibanes, que volvieron al poder en 2021, han tomado medidas enérgicas contra la forma en que las mujeres se visten y se comportan en público, en particular mediante las llamadas leyes de moralidad que les prohíben mostrar el rostro fuera de casa.
La misión de la ONU en Afganistán expresó su preocupación por el arresto de “numerosas” mujeres y niñas en Kabul entre el 16 y el 19 de julio, quienes, según las autoridades, no habían seguido las instrucciones sobre el uso del hijab, o pañuelo islámico.
En enero de 2024, el Ministerio de Vicios y Virtudes del país afirmó haber arrestado a mujeres en la capital afgana por llevar un “hiyab inadecuado”.
Un portavoz del ministerio, Abdul Ghafar Farooq, no dijo cuántas mujeres fueron arrestadas ni qué constituye un hijab inadecuado.
La misión de la ONU dijo en ese momento que estaba investigando denuncias de malos tratos a las mujeres y extorsión a cambio de su liberación.
Los talibanes tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021 tras la retirada de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN.
Desde entonces, la administración ha buscado reconocimiento internacional al tiempo que impone su interpretación de la ley islámica.
En julio, Rusia se convirtió en el único país del mundo en otorgar reconocimiento formal.