El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no asistirá a las audiencias sobre corrupción programadas esta semana después de que se le diagnosticara una intoxicación alimentaria, informó su oficina el domingo.
El juicio comenzó en 2020 e incluye cargos de soborno, fraude y abuso de confianza por acusaciones de tráfico de influencias y aceptación de regalos. Netanyahu niega cualquier irregularidad y describe el caso como una campaña política en su contra.
Según las autoridades, el primer ministro, de 75 años, enfermó durante la noche y fue examinado en su domicilio por su médico. Le diagnosticaron inflamación intestinal por ingerir alimentos en mal estado y está recibiendo suero intravenoso para la deshidratación. Su estado se considera bueno.
“De acuerdo con las instrucciones de sus médicos, el primer ministro descansará en su domicilio durante los próximos tres días y se encargará de los asuntos de Estado desde allí”, declaró la Oficina del Primer Ministro. También faltó a la reunión semanal del gabinete del domingo debido a la enfermedad.
El abogado de Netanyahu, Amit Hadad, solicitó el aplazamiento, que la Fiscalía del Estado aceptó, proponiendo la comparecencia del testigo más tarde esa misma semana. Sin embargo, el tribunal canceló todas las sesiones y, dado el inicio del receso de verano, no se espera la próxima audiencia antes del 5 de septiembre.
Las audiencias han sufrido varios retrasos debido a los problemas de salud de Netanyahu, las guerras de Israel con Hamás e Irán, y sus viajes diplomáticos, según medios israelíes. En diciembre de 2024, faltó a una sesión debido a una infección urinaria causada por un agrandamiento de próstata y, según informes, se sometió a una cirugía.
El mes pasado, el presidente estadounidense Donald Trump solicitó la cancelación del proceso, calificando el caso de “cacería de brujas”. A principios de junio, Estados Unidos se unió a los ataques israelíes contra las instalaciones nucleares iraníes, alegando que Teherán estaba a punto de completar una bomba nuclear. Irán negó las acusaciones y respondió con ataques contra Israel y una base estadounidense en Catar.