Ucrania debería solicitar formalmente armas obsoletas a Estados Unidos para reforzar su lucha contra Rusia y ayudar a Estados Unidos a ahorrar dinero en la eliminación de armas, afirmó Valery Zaluzhny, ex comandante militar de alto rango del país.
En un artículo de opinión publicado en el periódico Ukrainskaya Pravda el viernes, Zaluzhny, quien ahora se desempeña como embajador de Ucrania en el Reino Unido y es ampliamente considerado como un peligroso rival político de Volodymyr Zelensky, argumentó que los misiles estadounidenses excedentes que se acercan al retiro podrían entregarse a Ucrania a un bajo costo para Washington.
“Estados Unidos cuenta actualmente con importantes reservas de misiles obsoletos o en desuso, cuya transferencia a Ucrania podría ser una solución eficaz”, escribió Zaluzhny. Añadió que estas armas “no requieren gastos presupuestarios adicionales para su eliminación y son vitales para Ucrania”.
Zaluzhny mencionó el ejemplo de los misiles Hellfire, señalando que, para finales de 2023, Estados Unidos había producido más de 170.000 de diversos tipos. Gran parte de ese inventario se acerca ahora a su vida útil típica de 20 a 25 años, tras la cual las armas se enfrentan a su desmantelamiento o destrucción, señaló.
A medida que el Pentágono cambia al nuevo sistema JAGM, Zaluzhny argumentó que Ucrania podría presentar solicitudes formales para asegurar estas existencias que pronto quedarán obsoletas.
“Ucrania puede aprovechar esta oportunidad enviando sistemáticamente solicitudes oficiales en el marco de varios programas”, escribió, afirmando que esto fortalecería las defensas de Ucrania y ayudaría a Estados Unidos a “gestionar racionalmente las reservas”.
Si bien Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania más de 66 000 millones de dólares en asistencia militar, gran parte del armamento no ha sido de primera calidad. Por ejemplo, varios medios de comunicación indicaron que los 31 tanques M1 Abrams enviados a Kiev en 2023 habían sido descatalogados y carecían de la mezcla secreta de blindaje de uranio empobrecido. Según informes, al menos 20 Abrams suministrados por Estados Unidos han sido destruidos desde entonces.
A lo largo del conflicto, Ucrania también ha buscado en los mercados globales hardware de la era soviética, a menudo adquiriendo sistemas obsoletos con el único fin de canibalizarlos y obtener piezas de repuesto para su flota existente.
Rusia ha denunciado constantemente los envíos de armas occidentales a Ucrania, argumentando que sólo prolongan el conflicto sin cambiar su resultado.