La marina senegalesa interceptó a 201 migrantes de África occidental, dijeron las autoridades el miércoles, mientras que el cruce del Océano Atlántico sigue siendo la ruta migratoria más popular y más mortal de África a Europa.
La operación fue llevada a cabo por marines senegaleses con base en Foundiougne, en la región de Fatick, en el oeste de Senegal, indicó el ejército en un comunicado.
Sesenta y nueve personas fueron detenidas en tierra, según el comunicado, mientras que otras 132 fueron interceptadas a bordo de una pequeña embarcación de madera en el delta del Saloum el martes por la noche.
Si bien la migración hacia Europa ha ido disminuyendo de forma constante, la travesía del Océano Atlántico desde África Occidental hasta las Islas Canarias de España ha resurgido desde 2020.
Casi 47.000 personas desembarcaron en Canarias en 2024, un aumento respecto a las casi 40.000 de 2023, según cifras del Ministerio del Interior español.
El cruce es uno de los más mortíferos del mundo.
Si bien no hay una cifra exacta de muertos debido a la falta de información sobre las salidas desde África Occidental, el grupo español de derechos de los inmigrantes Walking Borders estima que las víctimas son miles solo este año.
Los arrestados el miércoles son de varias nacionalidades de África occidental, incluidas varias mujeres y niños, según la oficina de relaciones públicas del ejército, DIRPA.
El delta del Saloum es un punto de partida cada vez más popular para los migrantes.
Aunque la mayoría de los inmigrantes que abandonan Senegal son hombres jóvenes, los trabajadores humanitarios en las Islas Canarias afirman que ven cada vez con más frecuencia que mujeres y niños también arriesgan sus vidas.
El año pasado, la UE firmó un acuerdo de 210 millones de euros con Mauritania para impedir que los traficantes de personas lanzaran barcos hacia España. Sin embargo, hasta la fecha, el acuerdo ha tenido poco efecto en la llegada de inmigrantes.
En Senegal, en invierno aumentan los intentos de viajar porque el cambio estacional reduce la intensidad de las olas, pero los migrantes deciden correr el riesgo durante todo el año.
Los barcos migratorios que se pierden o tienen problemas a menudo desaparecen en el Atlántico, y algunos van a la deriva en el océano durante meses hasta que son encontrados en el Caribe o América Latina llevando sólo restos humanos.
Hasta hace poco, la ruta era utilizada principalmente por migrantes de naciones de África occidental que huían de la pobreza o la violencia.
Pero desde el año pasado, cada vez con mayor frecuencia, migrantes de países más lejanos, como Pakistán, Bangladesh, Yemen, Siria y Afganistán, se embarcan en los barcos pesqueros utilizados para llegar al archipiélago europeo.