“¡Necesitamos un acuerdo arancelario ya!”, así se expresaba el presidente de la Interprofesional del Vino de España (OIVE) Fernando Ezquerro durante un encuentro con los medios este jueves para presentar el informe ‘Relevancia económica y social del sector vitivinícola en España’ elaborado junto a Analistas Financieros Internacionales (AFI).
En concreto, la asociación que representa desde viticultores a las bodegas se estima que Estados Unidos es el segundo destino de nuestras ventas en el exterior representando el 10,9% de todo lo exportado en volumen entre 2019 y 2024. Solo el año pasado vendimos caldos ‘made in Spain’ al mercado estadounidense por un montante de más de 350 millones de euros.
Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la crisis arancelaria que ha desatado ya está teniendo efectos sobre esta provechosa relación. Desde OIVE avisan de que las ventas a este país cayeron un 20,8% en abril de 2025 respecto al mismo mes del año anterior (un 8,8% en el conjunto del primer cuatrimestre del presente ejercicio).
Trump ya “distorsiona” las exportaciones de vino
Preguntado por la merma de las exportaciones a Estados Unidos tras el retorno de Trump, Ezquerro ha reconocido que la “incertidumbre” alrededor de los aranceles- ahora la ‘tregua’ entre Washington y Bruselas se ha alargado hasta el 1 de agosto- “distorsiona estas cifras” y que al acuerdo “le queda todavía camino por recorrer”.
Una inquietud que, desde el órgano que agrupa a todo el sector vitivinícola, comparten con sus homólogos franceses e italianos y que les lleva a estar más preocupados por el consumo allende nuestras fronteras que por un mercado nacional cuya demanda ven más o menos estabilizada.
En esta línea, la directora general de la Interprofesional Susana García, ha añadido que “la incertidumbre no es buena para el vino” y, aunque ha apostado por la diversificación, reconoce que “trabajar un mercado” lleva un tiempo. A lo que se añade “una competencia internacional elevada” y que las alternativas por las que apuesta el sector “no tengan una cultura del vino” como Corea del Sur.
Preguntados por la aprobación y firma del tratado de libre comercio con Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), Ezquerro ha apuntado que “cuantos menos problemas arancelarios mejor y que estaríamos ante un mercado más”.
España, potencia vitivinícola
Lo que impacta de forma muy relevante sobre el segundo mayor exportador de vino en términos de volumen a nivel mundial (solo tras Italia) y el tercero en valor (solo superado por Francia e Italia). En concreto, España produjo 30 millones de hectolitros en 2024. El año pasado España exportó por un montante de 3.500 millones de euros, un 3,5% que el año anterior y un nuevo pico histórico. Mientras que las importaciones permanecieron en el entorno de los 400 millones. Esto supuso un superávit comercial superior a los 3.100 millones, un 3,7% más respecto a 2023.
Según el valor de lo exportado, los principales destinos de nuestras exportaciones fueron Alemania que concentró el 11,6% de todo lo exportado entre 2019 y 2024, seguido por Estados Unidos (10,9%), Reino Unido (10,3%), Francia (8,9%) y Países Bajos (4,7%).
Si se adopta el punto de vista del volumen, el país que preside Trump se posiciona en sexta posición mientras que Francia escala hasta el segundo lugar. Todo ello, en un país que pasa por ser el país con mayor superficie de viñedo con entorno al 13% de las hectáreas dedicadas al cultivo de la vid: 924.000 hectáreas de promedio en los últimos 5 años.
Una actividad que aporto a la economía española en términos de valor añadido bruto (VAB) el 1,6% del PIB en 2024. Esto son unos 22.350 millones de euros y 386.000 puestos de trabajo.