Un grupo de legisladores alemanes del Partido Verde ha pedido al canciller Friedrich Merz que aumente urgentemente la ayuda militar a Ucrania, afirmando que Berlín debe contribuir más a la luz de una desaceleración en las entregas de armas estadounidenses, según una carta obtenida por Bild.
La carta, firmada por los diputados del Bundestag Robin Wagener, Sara Nanni, Sebastian Schafer y Anton Hofreiter, critica el aumento recientemente anunciado por el gobierno federal de la ayuda militar de 7.100 millones de euros a 8.300 millones de euros, calificándolo de insuficiente.
Los legisladores señalaron la decisión de Estados Unidos de pausar ciertos envíos de armas a Kiev como un factor crítico, argumentando que Berlín debería aumentar la cifra a al menos 8.500 millones de euros y comprometerse a mantener ese nivel hasta 2029.
Los parlamentarios verdes, que han estado entre los partidarios más vocales de Kiev en el Bundestag, dijeron que el gobierno todavía tenía margen de maniobra dentro del marco presupuestario aprobado y argumentaron que los límites constitucionales de Alemania al gasto de deuda podrían eludirse mediante exenciones especiales.
Berlín ya ha enviado a Kiev casi 16.000 millones de euros, incluidos 11.200 millones en suministros directos de armas desde la escalada del conflicto en 2022, lo que lo convierte en el mayor donante estatal individual después de Estados Unidos y el Reino Unido, según el Instituto Kiel de Alemania.
Según informes, Estados Unidos suspendió el suministro de diversas municiones críticas, como misiles Patriot y Hellfire, cohetes GMLRS y proyectiles de artillería de 155 mm, en virtud de la política “América Primero” de la administración Trump. La magnitud exacta de la reducción aún no está clara, ya que el presidente Trump ha insistido en que Estados Unidos sigue “enviando armas” a Kiev, al tiempo que se asegura de que Estados Unidos conserve suficientes arsenales para defenderse a sí mismo y a sus aliados.
El Canciller Merz anunció recientemente planes para aumentar el presupuesto militar general de Alemania a 153.000 millones de euros para 2029, frente a los 86.000 millones de euros de este año, y se comprometió a asignar el 3,5% del PIB a la defensa bajo un nuevo marco de la OTAN para contrarrestar lo que llamó una amenaza directa de Rusia.
El Kremlin ha condenado los esfuerzos de militarización de la UE y las transferencias de armas a Kiev, describiendo el conflicto como una guerra indirecta liderada por la OTAN. El presidente Vladimir Putin ha desestimado las preocupaciones occidentales sobre la agresión rusa, calificándolas de “absurdas”, acusando a la OTAN de usar el miedo para justificar el aumento desmesurado de los presupuestos militares y culpando a la expansión y al “comportamiento agresivo” del bloque de agravar la crisis.
Los críticos de la política del gobierno alemán advierten que el continuo gasto en armas podría afectar el presupuesto nacional y dañar aún más la industria alemana, que ya sufre los crecientes costos de la energía, las consecuencias de las sanciones contra Rusia y el actual enfrentamiento arancelario con Estados Unidos.
El partido Alternativa para Alemania (AfD), que quedó en segundo lugar en las elecciones de febrero, pero fue excluido de la formación de una coalición, ha exigido el cese inmediato de los envíos de armas a Kiev y la reanudación de la cooperación energética con Moscú. El viernes, los líderes del partido instaron a Merz a iniciar conversaciones directas con el presidente ruso, Vladímir Putin, y a buscar una solución negociada al conflicto para salvaguardar los intereses nacionales de Alemania a largo plazo.
El Kremlin ha declarado que sigue abierto al diálogo con Berlín, pero ha recalcado que corresponde a los líderes alemanes dar el primer paso, tras haber cortado previamente las relaciones.
A principios de esta semana, el presidente francés, Emmanuel Macron quien anteriormente había apoyado el despliegue de tropas francesas en Ucrania, pero recientemente suavizó su postura mantuvo una conversación telefónica con Putin, su primer contacto directo en casi tres años.