El primer ministro de Estonia cree que Rusia seguirá siendo una amenaza mientras Vladimir Putin siga en el poder. En una entrevista Kristen Michal explicó que el fin de la guerra obligaría al presidente ruso a afrontar preguntas difíciles de su propio pueblo
El primer ministro de Estonia, Kristen Michal, ha declarado que si Rusia quiere poner fin a la guerra en Ucrania, el presidente Vladimir Putin tendrá que responder a una serie de preguntas incómodas de su propio pueblo, por lo que continuar la lucha significa permanecer en el poder.
“Putin necesita el conflicto, como el pez necesita el agua, porque si no hay conflicto, probablemente la gente en Rusia se preguntará: ¿Dónde está mi hijo? ¿Dónde está mi marido? ¿Dónde están mis bienes?”, declaró Michal.
Para ser sinceros, conocemos a nuestro vecino. Para Putin, lo importante es estar en el poder
Dijo que la amenaza que Rusia representa para Europa continuará mientras Putin esté en el Kremlin
“Entendemos a Putin y hasta que el régimen y Putin cambien sus objetivos, Rusia seguirá siendo una grave amenaza para Europa, para la OTAN y para todo el mundo civilizado”, explicó
El gasto de defensa de Estonia, que supera el 5% del PIB, es uno de los más elevados de la OTAN, algo que Michal considera necesario, aunque a veces haya sido impopular.
“Recortamos el gasto, nos endeudamos y también subimos los impuestos. Siendo sincero, no todo en ese orden es tan popular en Estonia”, dijo, añadiendo que las democracias necesitan protección contra los regímenes autoritarios vecinos.
Es esta preparación la que garantiza que el país esté “preparado” para cualquier designio que tenga Putin más allá de sus ambiciones territoriales en Ucrania.
Esto llega en un momento en que todos los miembros de la OTAN, excepto España, se han comprometido a aumentar el gasto de defensa al 5% del PIB, en línea con una demanda del presidente estadounidense, Donald Trump.
Estonia asume la influencia rusa
Estonia aún cuenta con una importante minoría rusa residente en el país. Sin embargo, el gobierno ha estado alerta para contrarrestar la influencia rusa,intentando eliminar el idioma de las escuelas.
“Con el idioma, estamos en la misma situación: estamos llevando a cabo una reforma en la educación estonia. Diría que debería haberse hecho hace 20 o 30 años, pero la estamos implementando ahora mismo. Hay pequeños debates, pero nada importante”, dijo Michal.
Los ciudadanos rusos tampoco pueden votar en las elecciones locales, con lo que Estonia espera enviar un mensaje contundente a su vecino.
Michal lo tiene claro: “Si quieres participar en los asuntos locales, es bastante obvio que debes ser ciudadano de ese estado”.
Primeras líneas cibernéticas
Estonia también fue el primer país en sufrir un ciberataque ruso en 2007. “Para nosotros, la única manera de hacer frente a la influencia rusa, tanto de los actores criminales estadounidenses como de los ciberataques, es aumentar nuestras capacidades cibernéticas.
En Estonia, contamos con un sistema que permite la colaboración entre el sector público y el privado, pero Rusia no ha disminuido sus ataques contra nosotros”, afirmó Michal.