Los eurodiputados siguen en desacuerdo con la Comisión Europea sobre su lista de jurisdicciones de terceros países consideradas insuficientes en sus regímenes de lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.
La lista negra de la UE no se ha alineado con la del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el organismo de control mundial contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, durante más de un año y medio. Según la comisaria europea de Servicios Financieros, Maria Luis Albuquerque, esta discrepancia ha generado importantes conflictos con los socios internacionales.
“Si se percibe que no respetamos los resultados del proceso, esto corre el riesgo de socavar nuestra capacidad en el futuro para influir en las evaluaciones técnicas y asegurar los compromisos que nos gustaría ver de otras jurisdicciones”, argumentó Albuquerque durante una reunión de comisión en el Parlamento Europeo el lunes.
A principios de este mes, la Comisión actualizó su lista, añadiendo países como Argelia, Angola, Kenia, Mónaco y Venezuela. Mientras tanto, se eliminaron varias jurisdicciones, entre ellas Barbados, Gibraltar, Panamá y los Emiratos Árabes Unidos.
Sin embargo, esta lista no puede entrar en vigor sin el examen y la aprobación tanto del Parlamento Europeo como del Consejo, y la Comisión aún no ha convencido a los eurodiputados para que la apoyen.
En una resolución adoptada en abril de 2024, los eurodiputados se opusieron a la decisión de la Comisión de excluir de la lista a Gibraltar, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Panamá, alegando pruebas contundentes de que estas jurisdicciones no han tomado las medidas suficientes para abordar, o siquiera facilitar, la elusión de las sanciones contra Rusia. Estas sanciones incluyen medidas financieras específicas impuestas en respuesta a la agresión rusa contra Ucrania.
El Parlamento teme que países excluidos de la lista puedan eludir las sanciones impuestas a Rusia
“Esos países podrían actuar como plataformas para que las entidades de la Unión eludan las sanciones, directa o indirectamente, socavando así los esfuerzos de la Unión por detener la maquinaria de guerra rusa”, afirma la resolución.
En una sala medio vacía del Parlamento Europeo en Bruselas, en la que estaban ausentes grupos políticos como Renew Europe, European Sovereign Nations (ESN) y The Left, Albuquerque argumentó que se habían abordado sus preocupaciones y que estas jurisdicciones habían logrado “progresos tangibles”.
Los presentes expresaron públicamente su frustración con el proceso.
“No me parece que la posibilidad de dialogar con el Parlamento Europeo se haya aprovechado en la medida que corresponde a una implicación muy fuerte del Parlamento en este asunto”, afirmó el eurodiputado Luděk Niedermayer (Partido Popular Europeo/Chequia).
La propia Comisaria expresó su preocupación por el estancamiento actual. «El hecho de que los países incluidos en la lista del GAFI sigan sin estar incluidos en la de la UE expone el sistema financiero de la UE a vulnerabilidades y puede generar lagunas que deben abordarse», afirmó.
El comisario portugués también señaló que la ausencia de una lista europea actualizada genera confusión e inseguridad jurídica para las entidades que deben aplicar la normativa antiblanqueo de capitales.
“Los operadores de la UE tienen que cumplir con listas divergentes que aumentan su carga de cumplimiento, añaden costes adicionales y afectan a su competitividad global”, añadió Albuquerque.
Sin embargo, ni la controversia diplomática sobre las negociaciones con los Emiratos Árabes Unidos ni la preocupación por los riesgos reputacionales y económicos impidieron que la Comisaria se enfrentara a un tenso intercambio con los eurodiputados. Entre las críticas más vehementes se encontraba la socialista alemana Birgit Sippel, quien acusó a la Comisión de simplemente replicar las evaluaciones del GAFI.
“Tengo la impresión de que más o menos la Comisión simplemente está copiando y pegando los informes y decisiones del GAFI y, para ser honesto, simplemente mencionar visitas y diálogos estratégicos no es tan convincente”, dijo Sippel.
El Comisionado respondió que la lista negra era el producto de más de un año de “intenso trabajo”, basado no sólo en las conclusiones del GAFI sino también en diálogos bilaterales y visitas in situ a los terceros países interesados.