Las presiones inflacionarias de la eurozona aumentaron en línea con las expectativas en junio, alcanzando el objetivo del 2% por ciento del BCE. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, adoptó un tono cauteloso en su discurso inaugural del simposio anual del banco central en Sintra.
La inflación anual en la eurozona retrocedió al 2% por ciento en junio, lo que marca el primer aumento observado desde enero y refuerza la postura cautelosa del Banco Central Europeo (BCE) mientras navega por la etapa final de su campaña de desinflación.
Según una estimación preliminar de Eurostat publicada el martes, los precios al consumidor aumentaron un 2% por ciento interanual, frente al 1,9% por ciento en mayo, en línea con las expectativas de los economistas.
En términos mensuales, la inflación se aceleró al 0,3%, desde una lectura plana el mes anterior.
La inflación básica, que excluye artículos volátiles como alimentos y energía, se mantuvo estable en 2,3% por ciento anual y aumentó 0,4% mensual, lo que pone de relieve las persistentes presiones subyacentes sobre los precios, en particular en los servicios.
La inflación de los servicios, un foco clave para el BCE, subió a 3,3% en junio desde 3,2% por ciento en mayo, y aumentó 0,7% por ciento mes a mes, lo que sugiere una dinámica inflacionaria persistente impulsada por la demanda a medida que comienza el verano.