El presidente argentino, Javier Milei, volvió a cargar contra la prensa en especial la que muestra la realidad de los problemas y afectaciones que han generado sus políticas de ajustes, la represión policial, y las ineficiencias de su gobierno.
El mandatario prosiguió con su andanada de insultos groseros y violencia verbal, y en su más reciente discurso atacó a la prensa: “Si la gente conociera a los periodistas, los odiaría más”, y adujo que lo critican porque les quitó los fondos oficiales por publicidad.
Milei sostuvo que eliminar la pauta a los medios de comunicación es la mayor política en favor de la libertad y consideró que esa medida puso a los periodistas muy violentos en su contra.
Sin embargo, la revista RealPolitik aseguró que el conductor de la televisora TN cobró 350 mil dólares por entrevistar al presidente con el objetivo de los asesores presidenciales, en especial Santiago Caputo, de salvarle la imagen al jefe de Estado luego de estallar el escándalo por la criptoestafa.
Igualmente, circula en redes sociales y comentarios periodísticos que algunos periodistas, en especial de la televisión de canales corporativos, reciben dinero para defender al gobierno, el presidente y sus políticos, los llamados “ensobrados”.
En conversación el comentarista Ari Lijalad, quien fue uno de los periodistas acusados penalmente por Milei, opinó que “no se puede separar prensa del sistema económico, para mí el problema es mucho más allá del sistema de medios o de los periodistas, sino de la concentración económica que genera un sistema concentrado de medios”.
Ese poder económico financia un sistema concentrado de medios para intentar ocultar, manipular o simplemente silenciar los acontecimientos más acuciantes del país, manifestó el conocido comentarista de El Destape y en emisoras radiales al referirse sobre las duras condiciones económicas en que se encuentran más de tres mil periodistas.
“Yo creo que mientras no desarmemos el modelo económico va a ser muy difícil porque en las empresas de medios no quieren que hablemos de eso y buena parte de la explicación de por qué los periodistas cobramos tan poco tiene que ver para tenernos apretados y que no hablemos de esa concentración”
Y reflexionó sobre la precaria situación en que se encuentra hoy gran parte de reporteros, fotorreporteros y camarógrafos, cuyos salarios son de pobreza y se ven forzados a tener dos o tres contratas.
“Así que el problema es la concentración económica en general y la pauperización del trabajo periodístico en particular nuestro”, concluyó.