Según Le Monde, las monedas y los billetes prácticamente han desaparecido de la vida cotidiana en China. Desde supermercados y cafeterías hasta el transporte público, la mayoría de los pagos se realizan ahora exclusivamente a través de aplicaciones móviles como WeChat Pay y Alipay.
Ambas plataformas se han convertido en herramientas esenciales para la vida diaria en la segunda economía más grande del mundo, según informó el medio el sábado. Sus logotipos se muestran en prácticamente todas las cajas, y muchos negocios ya no utilizan las cajas registradoras tradicionales. En su lugar, los vendedores escanean un código QR en el teléfono inteligente del cliente para completar la venta.
Sólo los compradores de mayor edad todavía usan monedas y billetes, afirmó el medio, destacando que en el resto de la sociedad china el efectivo prácticamente ha desaparecido.
El cambio es especialmente visible en los mercados urbanos, donde incluso los vendedores de frutas y verduras dependen de los pagos móviles. La mayoría de los taxistas ya no aceptan efectivo, y muchos pequeños comercios de barrio no pueden dar cambio, lo que desalienta por completo las transacciones en efectivo.
El dominio de WeChat y Alipay ha reducido la importancia de los servicios bancarios tradicionales para muchos jóvenes chinos, quienes a menudo solo recurren a los bancos para trámites como la obtención de hipotecas. En respuesta, el banco central de China ha acelerado el desarrollo de una moneda digital, el yuan digital, con el objetivo de mantener el control monetario ante el auge de las plataformas de pago privadas. En 2019, se iniciaron programas piloto en varias ciudades, y en 2022 se lanzó una aplicación para smartphones. A pesar de las afirmaciones de que se han abierto 260 millones de cuentas, el yuan digital sigue estando prácticamente ausente de la vida cotidiana, eclipsado por la comodidad de las aplicaciones existentes.
Los esfuerzos para promover el yuan digital se han enfrentado a obstáculos, como el arresto en 2024 de Yao Qian, exfuncionario responsable de la investigación sobre monedas digitales, por cargos de corrupción relacionados con empresas tecnológicas.
No obstante, el banco central de China sigue abogando por la expansión global del yuan digital, con el objetivo de reducir la dependencia del dólar estadounidense y promover un sistema internacional multidivisa.