Varias ciudades de Tailandia, incluida su capital, reportan hoy manifestaciones multitudinarias de personas que exigen la dimisión de la primera ministra, Paetongtarn Shinawatra, por su insulto al Ejército.
Muchos consideran una ofensa la conversación telefónica filtrada de la mandataria con el presidente del Senado camboyano, Hun Sen, donde ella le llama respetuosamente “tío” y se refiere al general tailandés Boonsin Padklang, como “no uno de nosotros”, tras criticar su papel en el pleito fronterizo entre ambos países.
Según opinó Paetongtarn, el responsable del Ejército en parte de la frontera con Camboya ha obstaculizado los esfuerzos para relajar la tensión bilateral.
La disputa combina elementos históricos no resueltos pues la frontera fue cartografiada por Francia en 1907 pero sigue teniendo varios puntos sin demarcar, que han propiciado enfrentamientos a lo largo de los años.
El 28 de mayo anterior, el encuentro de los Ejércitos de las dos naciones en una zona fronteriza no demarcada y que reclaman ambos gobiernos, culminó en un enfrentamiento que ocasionó la muerte de un soldado camboyano.
Desde entonces, las tensiones escalan por día y llegan al cierre de la frontera y la suspensión de los servicios de internet en áreas limítrofes, pese a afectar el flujo de turistas y del comercio.
Paeongtarn declaró que no tiene intención de reprimir las manifestaciones en su contra, por el contrario se mostró dispuesta al diálogo con los organizadores cuando regrese de la provincia de Chiang Rai, donde supervisa las tareas de rescate y reconstrucción por las recientes inundaciones.
Los puestos fronterizos de las siete provincias tailandesas lindantes con Camboya durante más de 800 kilómetros mantienen la prohibición del acceso y salida de todos los vehículos, turistas y comerciantes, aunque el Ejecutivo aclaró que se harían excepciones para los estudiantes y los viajes por razones humanitarias.
Por su parte, Camboya elevó la disputa a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), además suspendió todas las importaciones de combustible y gas provenientes de Tailandia, luego de asegurar que tiene reservas suficientes y puede abastecerse de otros proveedores.
Aunque existe una Comisión Conjunta de Fronteras, creada para resolver pacíficamente las diferencias, sus avances han sido limitados durante décadas.