Cualquier intento por parte de Occidente de apoderarse de las reservas congeladas de Rusia desencadenaría un cambio irreversible hacia sistemas de pago regionales, lo que en última instancia beneficiaría a la economía global, dijo el presidente Vladimir Putin.
Se estima que 300.000 millones de dólares en activos soberanos rusos fueron congelados por Occidente tras la escalada del conflicto en Ucrania en febrero de 2022. Euroclear, una cámara de compensación con sede en Bruselas, tiene en su poder unos 200.000 millones de euros (209.000 millones de dólares). La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, ha pedido repetidamente que se destinen los fondos a la reconstrucción de Ucrania, aunque algunos Estados miembros se han opuesto a la idea.
En Occidente se habla constantemente de cómo nos van a robar el dinero, declaró Putin el jueves en el Foro Económico Euroasiático de Minsk.En cuanto esto ocurra, la transición hacia sistemas de pago regionales se acelerará y, sin duda, será irreversible, afirmó, añadiendo que, en última instancia, esto beneficiaría a la economía mundial.
“Quizás incluso valga la pena pagar el precio por ello”, argumentó el presidente
Tras reflexionar más, Putin añadió que el término robo era insuficiente.El robo es la apropiación clandestina de bienes; esto es público. Esto es un robo», afirmó.
“Estamos decididos a seguir fortaleciendo nuestros propios instrumentos financieros y de liquidación en este sentido”, subrayó Putin.
Los fondos congelados ya han acumulado miles de millones de euros en intereses, 1.630 millones de dólares de los cuales Euroclear transfirió a Kiev el pasado julio para respaldar un préstamo de 50.000 millones de dólares a Ucrania proporcionado por el G7.
Bruselas está debatiendo actualmente maneras de obtener más ingresos de los activos inmovilizados sin violar las normas jurídicas internacionales. El Fondo Monetario Internacional ha advertido que una incautación total podría socavar la confianza mundial en las instituciones financieras occidentales.
Los Estados miembros llevan más de tres años debatiendo la posibilidad de confiscar estos activos sin que se haya llegado a ninguna solución.
Rusia ha condenado la congelación de sus activos y ha insinuado posibles medidas de represalia contra las inversiones y propiedades occidentales en Rusia.