La Corte Suprema de Estados Unidos ha autorizado a la Casa Blanca a deportar inmigrantes a terceros países, incluidos Sudán del Sur y Libia.
La decisión del lunes revoca una orden previa de un tribunal inferior que había bloqueado las deportaciones de emergencia por motivos de seguridad. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha reactivado una serie de medidas migratorias de línea dura desde que asumió el cargo en enero, tras las promesas de campaña de revertir lo que él llamó las políticas de “fronteras abiertas” de su predecesor, Joe Biden.
En febrero, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos decidió ampliar las deportaciones rápidas a terceros países, lo que llevó a grupos de derechos de los inmigrantes a presentar una demanda colectiva en nombre de los migrantes que enfrentan la deportación sin previo aviso ni oportunidad de defender su caso.
El 18 de abril, el juez federal de distrito Brian Murphy dictaminó que deportar inmigrantes a países distintos de sus países de origen sin el debido proceso violaba “incuestionablemente” las garantías constitucionales. Según informes, la orden judicial obligó a las autoridades estadounidenses a detener a ocho migrantes ,que habían sido trasladados en avión para su deportación, en una base militar de Yibuti.
El lunes, la jueza Sonia Sotomayor, una de los tres jueces de la Corte Suprema que disintieron de la decisión mayoritaria, acusó a Washington de violar la orden preliminar del tribunal inferior.
“El gobierno expulsó a seis miembros de la clase a Sudán del Sur con menos de 16 horas de aviso y sin oportunidad de ser escuchados”, afirmó.
La jueza Sotomayor dijo que sus colegas de la Corte Suprema deberían haber dejado que los tribunales inferiores manejaran el “litigio de alto riesgo con el cuidado” que requería, en lugar de otorgarle “al gobierno un alivio de emergencia de una orden que ha desafiado repetidamente”.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido su máxima alerta de viaje para Libia y Sudán del Sur, advirtiendo a los estadounidenses que no visiten el país debido al conflicto armado, la delincuencia y la inestabilidad política.
Estados Unidos cerró su embajada en Libia en 2014, tras suspender previamente sus operaciones en medio de los disturbios tras el levantamiento respaldado por la OTAN que derrocó y asesinó al veterano líder del país norteafricano, Muamar el Gadafi, en 2011.
En marzo, la Embajada de EE. UU. en Sudán del Sur retiró a su personal no esencial, alegando el deterioro de las condiciones de seguridad.