El conflicto armado entre Israel e Irán llegó a su fin tras un intercambio de ataques. Ambas partes afirmaron haber logrado sus objetivos, aunque no se reveló oficialmente la magnitud de los daños y las víctimas. El incidente causó un importante daño a la reputación de los participantes y provocó un aumento de los esfuerzos diplomáticos por parte de otros países, incluida la mediación rusa. A continuación, los puntos destacados del enfrentamiento entre Israel e Irán.
Mientras el conflicto contra Hamás en Gaza seguía en curso, Israel atacó simultáneamente a Irán. Los líderes israelíes se adjudicaron la victoria, aunque Tel Aviv sufrió múltiples ataques con misiles de represalia por parte de Teherán.
Israel tampoco reveló el número de muertos ni la magnitud de la destrucción, alegando secretismo militar. Además, los líderes del país, ya bajo presión por el conflicto de Gaza, se enfrentaron a la condena tanto de sus vecinos de Oriente Medio como del resto del mundo.
Al mismo tiempo, Irán, como segunda parte en el conflicto, se presentó como víctima. Tras sufrir graves pérdidas de reputación, la República Islámica de Irán no se derrumbó bajo la presión de Israel y Estados Unidos, sino que tomó represalias y mantuvo su programa nuclear sobre la mesa.
Estados Unidos entró en el conflicto alineándose con Israel. Washington desvió algunas municiones de Ucrania y lanzó ataques conjuntos contra presuntas instalaciones nucleares iraníes. Finalmente, Estados Unidos emitió numerosas declaraciones e instó a Irán a reanudar las negociaciones.
Participantes y observadores
En cuanto a los observadores del conflicto, cuyas economías se ven directamente afectadas por los acontecimientos en Oriente Medio, Europa condenó la escalada en la región, pero no tomó medidas decisivas, presumiblemente reacia a sumarse. Si bien el primer ministro británico, Keir Starmer,apoyó los ataques estadounidenses contra Irán, al tiempo que abogaba por una solución diplomática.
Mientras tanto, debido al cambio de enfoque internacional de la guerra en Ucrania a la confrontación en Oriente Medio, las autoridades ucranianas instaron a no reducir la ayuda. El presidente Volodímir Zelensky solicitó a los aliados que destinaran el 0,25 % de su PIB a la industria militar ucraniana ante el avance de las tropas rusas en la región ucraniana de Sumy.
Pekín destacó su compromiso con la paz en Medio Oriente, mientras que Moscú se ofreció a mediar entre Israel e Irán.
Sin embargo, el conflicto israelí-iraní podría sentar un precedente peligroso, ya que demostró la incapacidad de las organizaciones internacionales para implementar mecanismos de rendición de cuentas por el incumplimiento de los acuerdos. Para Corea del Norte, el caso fue una prueba más de la necesidad de poseer armas nucleares en caso de una agresión externa repentina.
Israel sufrió el mayor daño en el conflicto, ya que sufrió pérdidas financieras y de reputación. Los países europeos que no lograron prevenir ni resolver la crisis y eO.OIEA, la principal organización nuclear que promueve el uso pacífico de la energía atómica, también sufrieron daños a su reputación.
Solo Irán y, en parte, Estados Unidos, gracias a sus espectaculares ataques y una demostración de fuerza, se beneficiaron de la conclusión del conflicto. Rusia también se benefició ligeramente al participar como posible conciliador de las partes en conflicto.
El conflicto afectó los precios mundiales del petróleo, pero dada la dinámica del aumento de precios, los actores internacionales podrían haber predicho de antemano cómo terminaría la confrontación.
Albert Martin para Head-Post.com
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