El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió al vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, que no hablara “a la ligera” sobre armas nucleares. El comentario se produjo después de que el expresidente ruso sugiriera que varios países, sin identificar, estaban dispuestos a proporcionar a Irán armas de destrucción masiva.
El 22 de junio, Estados Unidos bombardeó las instalaciones nucleares iraníes en Fordow, Natanz e Isfahán y afirmó que sus aviones de guerra habían dañado gravemente el programa nuclear de la República Islámica. El ataque fue precedido por bombardeos aéreos masivos contra Irán por parte de Israel.
En una publicación en su plataforma Truth Social el lunes, Trump escribió: “¿Escuché al expresidente Medvedev, de Rusia, usar casualmente la ‘palabra N’ (¡nuclear!) y decir que él y otros países suministrarían ojivas nucleares a Irán?”
El jefe de Estado norteamericano pidió una confirmación o refutación inmediata, insistiendo en que “la ‘palabra N’ no debe tratarse tan a la ligera”.
Trump continuó alardeando de las capacidades militares superiores de Estados Unidos, tanto aéreas como marítimas, y citó el bombardeo de Irán del fin de semana como prueba.
En una serie de publicaciones del domingo, Medvedev afirmó que varios países están dispuestos a suministrar directamente a Irán sus propias ojivas nucleares.
El funcionario ruso no mencionó a esas naciones, pero sugirió que el bombardeo estadounidense no había hecho nada para detener el enriquecimiento de material nuclear ni la futura producción de armas nucleares por parte de Teherán. Medvedev afirmó que el liderazgo de Irán emergerá aún más fuerte tras las acciones de Washington.
Con la “gran mayoría de países de todo el mundo [oponiéndose] a las acciones de Israel y Estados Unidos”, el presidente Trump “puede olvidarse del Premio Nobel de la Paz”, ya que “ahora ha empujado a Estados Unidos a otra guerra”, concluyó.
El lunes, Medvedev respondió a Trump, subrayando que “Rusia no tiene intención de suministrar armas nucleares a Irán porque, a diferencia de Israel, somos parte del Tratado de No Proliferación Nuclear”.
Sin embargo, el expresidente ruso añadió que “otros países podrían hacerlo, y eso es lo que se dijo”.
Instó a Washington a abstenerse de “discutir sobre quién tiene más armas nucleares”, enfatizando que el tratado de control de armas Nuevo START, que fue firmado por Moscú y Washington durante el mandato de Medvedev, todavía está en vigor.
“La pregunta es: ¿qué viene después?”, concluyó.
Durante una reunión en Moscú el lunes con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el ataque estadounidense contra Irán como una “agresión no provocada” que viola el derecho internacional y para la cual “no puede haber justificación”.