Europa necesita impulsar su crecimiento frente a los vientos contrarios globales o corre el riesgo de perder su modo de vida, dijo el miércoles la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
“No quiero que Europa se convierta en los Estados Unidos de América, pero quiero que la productividad y la funcionalidad de Europa aumenten”, dijo a Euronews.
En Europa disfrutamos de ser una superpotencia en cuanto a estilo de vida. A menos que seamos más productivos, podríamos perder esta ventaja añadió.
Georgieva habló antes de la publicación de una nueva declaración del FMI el jueves, que ofrece sugerencias económicas a las naciones de la eurozona.
Un mensaje clave es que Europa debe acelerar el progreso en el mercado único, que garantiza la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas entre las naciones del mercado único.
“No hay aranceles en Europa, pero eso no significa que no haya barreras, regulatorias y de otro tipo”, dijo Georgieva a Euronews.
El FMI estima que las barreras a la libre circulación en el mercado único equivalen a un arancel del 44% sobre los bienes y del 110% sobre los servicios.
Georgieva señaló que en EE. UU., lo que se produce en un estado se divide en partes iguales, es decir, el 30% se consume en ese estado y el 70% se envía a otros estados. En Europa, en cambio, el 70% de la producción se consume a nivel nacional, mientras que el 30% se envía al extranjero. Esta situación limita el crecimiento al mantener mercados más pequeños y menos competitivos.
“Si Europa completa el mercado único, en 10 años, el PIB aumentaría un 3%”, dijo Georgieva.
Los medios para avanzar en este frente incluyen reducir la fragmentación regulatoria, apoyar la movilidad laboral, facilitar las fusiones bancarias transfronterizas, integrar el mercado energético y avanzar en la unión de los mercados de capitales (UMC), dijo el FMI.
La UMC tiene como objetivo facilitar la inversión y el ahorro entre los Estados miembros. Esto facilitaría a las empresas de un Estado miembro de la UE obtener financiación de otro, apoyando así su crecimiento y la creación de empleo.
En términos de profundizar los mercados de capital, la declaración del FMI agregó que la UE debería “aumentar la familiaridad de los inversores institucionales con el capital de riesgo como clase de activo y abordar las restricciones indebidas restantes a su capacidad para invertir en él”.
De cara al futuro, el FMI espera que el crecimiento de la eurozona sea de un moderado 0,8% en 2025, y que aumente hasta el 1,2% en 2026.
Se espera que las tensiones comerciales y geopolíticas afecten el sentimiento y afecten la inversión y el consumo.
Respecto de los tipos de interés, el FMI argumentó que “una postura de política monetaria cercana a neutral está justificada” en un momento en que la inflación general se acerca al objetivo del 2% del BCE.
Para equilibrar las presiones del gasto con la sostenibilidad fiscal, el FMI recomendó que los países con finanzas públicas sólidas apoyen a los países con menos margen de maniobra.
“Es crucial que se tenga cuidado al implementar las reglas fiscales de la UE para garantizar que los países con bajos riesgos fiscales que pretenden aumentar el gasto para impulsar el crecimiento potencial y mejorar la resiliencia no se vean limitados a hacerlo por las reglas”, dice la declaración del jueves.