La UE y Australia anunciaron el miércoles que iniciarán conversaciones para un pacto de defensa y seguridad, y se espera que el bloque alcance un acuerdo similar con Canadá la próxima semana, un primer paso que eventualmente podría permitir a ambos aliados de la OTAN participar en el programa de 150 mil millones de euros de la UE para impulsar la producción militar.
“Acojo con gran satisfacción la oferta de la UE de una Asociación de Seguridad y Defensa, y Australia la acogerá con entusiasmo y comenzará a trabajar de inmediato”, afirmó el primer ministro australiano, Anthony Albanese, en una declaración conjunta difundida tras una reunión paralela a la cumbre del G7 en Canadá.
“Esto abrirá la puerta a oportunidades de compras conjuntas de defensa y beneficiará tanto a nuestras industrias como a nuestra seguridad”, añadió.
Bruselas y Canberra destacaron su cooperación en la región Indo-Pacífica, donde el ejército chino es cada vez más activo y asertivo, y que se ha convertido en un pilar clave de la política exterior de Washington.
En tiempos de creciente tensión y competencia estratégica, los socios de confianza deben mantenerse unidos», declaró von der Leyen en el mismo comunicado. «La duradera amistad entre Europa y Australia inicia hoy un nuevo capítulo.
La UE y Australia también están negociando actualmente un acuerdo de libre comercio, pero las conversaciones para el SPD permanecerán separadas.
Un Pacto de Seguridad y Defensa (SPD), como el que firmó la UE con el Reino Unido el mes pasado , es uno de los posibles resultados de la cumbre UE-Canadá que se celebrará el lunes en Bruselas entre la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y el primer ministro canadiense, Mark Carney.
La adopción de un SPD es el primer paso necesario para que terceros países participen en el programa SAFE de la UE, de 150.000 millones de euros, destinado a impulsar las adquisiciones conjuntas.
El instrumento, parte del plan Readiness 2030 de la UE para fortalecer el sector y las capacidades de defensa del bloque, incluye una llamada preferencia europea bajo la cual alrededor del 65% de los sistemas de armas comprados deben fabricarse en la UE o por un fabricante de un tercer país, siempre que tengan un SPD con el bloque.
También será necesario un segundo acuerdo que permita la participación del tercer país en SAFE.
SAFE fue aprobado por los estados miembros a finales del mes pasado y los gobiernos ahora tienen algunos meses para presentar a la Comisión los proyectos de adquisición conjunta en los que desean participar. El ejecutivo de la UE podría entonces empezar a liberar dinero para financiar estos proyectos antes de fin de año.
Francia anunció el martes que Bulgaria se ha unido a su iniciativa de adquisición conjunta de radares THALES destinados a reforzar la vigilancia aérea.
“Otros países ya han mostrado un gran interés en este enfoque y, con el apoyo de los países socios iniciales, se espera que se sumen a la cooperación en un futuro próximo”, afirmó el Ministerio francés de las Fuerzas Armadas.