Kazajstán ha elegido a la empresa nuclear estatal rusa Rosatom y a la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) para liderar consorcios separados para construir sus primeras plantas de energía nuclear.
Esto marca el regreso del país a la energía nuclear, ya que Kazajstán no ha tenido instalaciones de energía nuclear propias desde 1999, cuando se cerró su reactor de la era soviética.
En un referéndum nacional celebrado el pasado mes de octubre, casi el 70% de los votantes kazajos aprobaron la construcción de instalaciones de energía nuclear, una medida firmemente respaldada por el presidente Kassym-Jomart Tokayev.
Kazajstán, uno de los principales productores de uranio del mundo, depende actualmente en gran parte de plantas de energía a carbón, además de energía hidroeléctrica y un creciente sector de energías renovables.
El proyecto nuclear se considera clave para reducir la fuerte dependencia del carbón y satisfacer la demanda energética futura de forma ambientalmente sostenible.
El proyecto nuclear se considera clave para reducir la fuerte dependencia del carbón y satisfacer la demanda energética futura de forma ambientalmente sostenible. Contará con dos reactores rusos VVER-1200 de Generación 3+.
El director general de Rosatom, Alexei Likhachev, celebró la decisión y afirmó que la planta utilizará “el diseño más avanzado y eficiente del mundo”.
Se espera que este proyecto emblemático, la primera central nuclear comercial de Kazajstán, mejore significativamente el suministro de energía nacional y cree miles de puestos de trabajo durante la construcción y la operación.
También restablece la generación nuclear en Kazajstán después de una pausa de 26 años desde el cierre del reactor BN-350.
Equilibrar a los socios globales en proyectos nucleares
Kazajstán está adoptando un enfoque de “consorcio internacional”, invitando a múltiples socios extranjeros a participar en su programa nuclear para equilibrar las relaciones estratégicas.
Aunque Rosatom liderará el consorcio de la primera planta, los funcionarios dicen que CNNC de China está previsto que encabece un segundo proyecto de planta nuclear en virtud de un acuerdo separado.
“China definitivamente tiene todas las tecnologías necesarias y una base industrial completa, por lo que nuestra próxima prioridad es la cooperación con China”, dijo Almasadam Satqaliev, presidente de la agencia atómica de Kazajstán.
El impulso de Kazajistán hacia la energía nuclear se produce en un contexto de creciente demanda de electricidad y frecuentes cortes de suministro eléctrico en algunas zonas del país. El gobierno argumenta que la energía atómica fortalecerá la seguridad energética y contribuirá a la reducción de las emisiones de carbono, aprovechando los abundantes recursos de uranio de Kazajistán para beneficio nacional.
“Para no quedarnos al margen del progreso global, debemos aprovechar nuestras ventajas competitivas”, dijo el presidente Tokayev antes del referéndum nuclear, señalando el uranio del país como un activo lógico para la generación de energía.
Al mismo tiempo, los proyectos nucleares ponen de relieve el cuidadoso equilibrio geopolítico de Kazajstán.
La decisión de involucrar tanto a Moscú como a Pekín se alinea con la estrategia más amplia de Astaná de mantener fuertes lazos con su antiguo patrón soviético y su gigantesco vecino oriental.
Al compartir su programa nuclear entre Rosatom y CNNC, Kazajstán puede garantizar a Moscú y Pekín su asociación, al tiempo que diversifica su apoyo tecnológico y financiero.