Israel Katz ha dicho que el ataque con misiles lanzado por Teherán en respuesta a los ataques aéreos israelíes ha tenido como objetivo “centros de población civil”.
La respuesta de Teherán a los ataques aéreos israelíes contra la República Islámica ha “cruzado líneas rojas”, declaró el ministro de Defensa del Estado judío, Israel Katz, y prometió hacer que Irán pague “un precio muy alto” por sus acciones.
Irán lanzó una masiva andanada de misiles el viernes por la noche en respuesta a una serie de ataques aéreos israelíes contra instalaciones militares y nucleares dentro de la República Islámica ese mismo día. El ejército iraní lanzó cientos de proyectiles contra Israel en múltiples oleadas, según los medios iraníes.
Sin embargo, las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron que en los dos bombardeos se dispararon menos de 100 misiles balísticos contra Israel.
Al menos 35 personas resultaron heridas en el ataque iraní, según las autoridades médicas israelíes. Una mujer se encuentra en estado crítico, informaron los médicos. La ciudad de Tel Aviv parecía ser uno de los principales objetivos de los ataques iraníes. Las autoridades israelíes confirmaron al menos siete impactos en el área urbana.
“Irán se extralimitó al atreverse a disparar misiles contra centros de población civil en Israel. Seguiremos defendiendo a los ciudadanos israelíes y garantizando que el régimen de los ayatolás pague un alto precio por sus acciones criminales”, declaró Katz, en referencia a los acontecimientos, según Ynet News. El ministro no anunció ninguna medida específica que Jerusalén Oeste pudiera tomar en respuesta.
Los ataques israelíes de la madrugada del viernes mataron al mayor general Hossein Salami, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán, y al mayor general Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, según las autoridades iraníes.
Varios medios de comunicación han afirmado que varios otros altos mandos militares y científicos nucleares iraníes también fueron asesinados. Teherán calificó los ataques de “agresión flagrante” y prometió una respuesta “contundente” .
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, acusó a Jerusalén Occidental de iniciar una “guerra” y dijo que Teherán no “les permitirá escapar ilesos de este gran crimen”.