Las fuerzas navales israelíes interceptaron y detuvieron a la tripulación del barco civil Madleen, que se dirigía a Gaza y que intentaba entregar ayuda humanitaria. El barco, apodado “yate selfie” por el Estado judío, transportaba a la activista climática Greta Thunberg, a la eurodiputada francesa Rima Hassan y al actor irlandés Liam Cunningham, entre otros.
Operado por la Coalición de la Flotilla de la Libertad (FFC), el barco fue interceptado la madrugada del lunes en aguas internacionales y ahora está siendo remolcado al puerto israelí de Ashdod. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel confirmó la detención, indicando que se esperaba que el grupo regresara a sus países de origen.
“Todos los pasajeros del ‘yate selfie’ se encuentran sanos y salvos. Se les proporcionó sándwiches y agua. El espectáculo ha terminado”, publicó el Ministerio de Asuntos Exteriores en X.
La relatora especial de la ONU sobre Palestina, Francesca Albanese, dijo que estaba hablando por teléfono con el capitán del barco cuando intervino el ejército israelí.
“En el momento en que interceptaron el barco, nadie resultó herido”, escribió en X. “Escuché a los soldados hablando mientras el capitán me llamaba. Perdí la comunicación con el capitán porque me decía que se acercaba otro barco”.
Antes de la interceptación, el grupo afirmó estar siendo atacado por drones y cuadricópteros israelíes que rociaban una sustancia química. En una transmisión en vivo publicada por la FFC, la activista Yasmin Acar mostró una sustancia blanca que cubría la cubierta. “Me está afectando los ojos” , dijo antes de que cortaran la transmisión.
Posteriormente, el grupo publicó una foto que mostraba a tripulantes con chalecos salvavidas y las manos en alto. También difundió varios mensajes pregrabados de los participantes. “¡SOS! Los voluntarios del Madleen han sido secuestrados por las fuerzas israelíes”, proclamaba cada mensaje, instando al público a “presionar a los ministerios de Asuntos Exteriores y ayudarnos a mantenerlos a salvo”.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, había prometido previamente “tomar todas las medidas necesarias” para evitar que el barco llegara a Gaza.
“A Greta y a sus compañeros portavoces de propaganda de Hamás, les digo claramente: deben regresar”, escribió en X el domingo. “Israel actuará contra cualquier intento de romper el bloqueo, en el mar, el aire y la tierra”.
Thunberg afirmó haberse unido a la misión “porque en el momento en que dejamos de intentarlo, perdemos nuestra humanidad”, y añadió que el viaje era arriesgado, pero necesario. Según la FFC, entre los pasajeros se encontraban activistas de Alemania, Francia, Brasil, Turquía, Suecia, España y Países Bajos.
El Madleen transportaba un cargamento simbólico de leche de fórmula y arroz. Es la última de una serie de flotillas que buscan desafiar el bloqueo israelí impuesto en 2007.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí calificó el viaje de “provocación mediática” e insistió en que la ayuda debía entregarse por “canales legítimos”, no mediante “selfies de Instagram”.
El ministerio añadió que “la pequeña cantidad de ayuda que se encontraba en el yate y que no fue consumida por las ‘celebridades’ se transferirá a Gaza a través de canales humanitarios legítimos”.