La previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Italia para 2025 se redujo a un 0,6 por ciento, desde los 0,8 puntos porcentuales previstos en diciembre, señala hoy un reporte oficial.
El informe “Perspectivas de la economía italiana 2025”, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat) y publicado en el sitio digital de ese organismo gubernamental, apunta que tal baja se aprecia tras un aumento del 0,7 por ciento en los dos años anteriores, pero aún se espera que en 2026 el PIB crezca en 0,8 puntos porcentuales.
Un posible alza del PIB, en la previsión para los próximos dos años, se sustentaría íntegramente en la demanda interna, mientras que la demanda externa contribuiría negativamente en ambos años con decrecimientos respectivos de 0,2 y 0,1 puntos porcentuales en 2025 y 2026.
El escenario de la demanda externa descarta la hipótesis de una disminución de la incertidumbre en el segundo semestre de 2025, sobre el aumento arancelario a Europa por parte de Estados Unidos, uno de los factores con mayor incidencia en esta caída de la previsión de crecimiento económico durante este año, consideran los expertos.
Se prevé que el consumo privado siga creciendo a un ritmo moderado pero estable, con un alza de 0,7 puntos porcentuales en ambos años, impulsado por un lado por la continuidad del incremento de los salarios y el empleo, pero frenado debido al aumento de la propensión al ahorro.
El crecimiento de la inversión, en 2025 será del 1,2 por ciento, con una aceleración respecto a los 0,5 puntos porcentuales observados en 2024, y será respaldado por el buen desempeño registrado en el primer trimestre, con una ligera aceleración adicional en 2026 en un porcentaje de 1,7 puntos.
El empleo debe registrar un aumento superior al del PIB, del 1,1 por ciento en 2025 y de 1,2 puntos porcentuales en 2026, pero habrá una desaceleración en comparación con años anteriores.
Tras un aumento en los precios apreciado entre fines de 2024 y los primeros meses del presente año, se prevé una tendencia más moderada de la inflación durante 2025, impulsada por la caída de la cotización de la energía y un debilitamiento de las perspectivas de demanda, agrega la fuente.