Como presidente de la cumbre del G7 que se celebrará en Alberta el 15 de junio, el primer ministro canadiense, Mark Carney, ha establecido una ambiciosa agenda de temas que los líderes mundiales deberán debatir y tal vez llevar a cabo.
“Canadá posee lo que el mundo desea y los valores a los que otros aspiran”, declaró Carney el sábado. “La cumbre de líderes del G7 en Kananaskis (provincia de Alberta) es un momento para que Canadá colabore con socios confiables para afrontar los desafíos con unidad, determinación y fuerza. Canadá está listo para liderar”.
Canadá asumió la presidencia del G7 este año y recibirá a los líderes de Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos. El G7 es una reunión informal anual de jefes de Estado y de gobierno, que este año se celebrará del 15 al 17 de junio.
Carney expuso sus tres objetivos clave para la cumbre antes de las reuniones: proteger la paz y la seguridad de las comunidades mediante la lucha contra la interferencia extranjera y el crimen que implica cruzar fronteras internacionales; construir seguridad energética y acelerar la transformación digital, incluida la inteligencia artificial, para mejorar las cadenas de suministro de minerales para estimular el crecimiento económico; y crear asociaciones, incluida la de una gran inversión privada, para construir infraestructura sólida, empleos mejor remunerados y mercados abiertos para las empresas.
Es tradición que el presidente en funciones este año Carney invite como invitados a líderes que no participan de la cumbre, pero la observan desde la barrera.
Este año se incluyen el ucraniano Volodymyr Zelenskyy y a Narendra Modi de la India.
Los sijs canadienses están indignados tras la acusación contra India de asesinar a un sij canadiense en territorio canadiense. Zelenski espera reunirse con el presidente estadounidense Donald Trump para hablar sobre la guerra entre Ucrania y Rusia.