Dos años después de la reforma para elevar la edad de jubilación a los 64 años, para “salvar el sistema de pensiones”, Francia necesita trasladar la edad de jubilación otros 2,5 años a los 66 años y medio.
Así lo indica el último informe anual del Consejo Consultivo de Pensiones (COR) de Francia, que señala que el déficit del sistema seguirá creciendo si no se toman medidas correctivas para equilibrar las cuentas.
La reforma de las pensiones de 2023, aprobada con dificultades y acompañada de protestas masivas, debía equilibrar las cuentas públicas en 2030.
Sin embargo, cinco años antes de la fecha límite, ya es imposible alcanzar este objetivo, señala el periódico Le Figaro.