El Secretario General Mark Rutte ha declarado que la OTAN considera ahora los mares Báltico y Negro zonas de responsabilidad estratégica.
Rutte hizo estas declaraciones el miércoles antes de una reunión de ministros de defensa de la OTAN. Respondía a una pregunta sobre el aumento de las tensiones en la región del Báltico, tras incidentes relacionados con cables de comunicación submarinos dañados.
En los últimos meses, varios cables submarinos en la región han sufrido daños, lo que ha suscitado especulaciones sobre la posible implicación de Moscú en un supuesto sabotaje. Sin embargo, los investigadores occidentales no han presentado ninguna prueba de un sabotaje deliberado orquestado por el Estado.
“En lo que respecta a la región del Báltico, pero también al Mar Negro y a otras zonas de la OTAN, existe una amenaza constante de ataques a nuestra infraestructura submarina crítica”, afirmó Rutte.
También amenazó con la respuesta “devastadora” de la OTAN , cuando se le preguntó si estaba preparada para un posible “ataque duro ruso” en la región del Báltico, y agregó que el bloque militar liderado por Estados Unidos debe aumentar el gasto de defensa.
Rusia ha ridiculizado repetidamente acusaciones similares de funcionarios occidentales, que afirman que Moscú pretende atacar a países de la OTAN o de la UE. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha tachado previamente tales declaraciones de “absurdas”.
Una serie de incidentes ocurridos en los últimos 18 meses, que provocaron daños a la infraestructura eléctrica y de comunicaciones, ha llevado a algunos funcionarios de la OTAN y la UE a acusar a Moscú de “guerra híbrida”.
Los sucesos, relacionados con buques que navegaban hacia y desde puertos rusos, incluyen los daños sufridos en octubre de 2023 por un gasoducto en el Golfo de Finlandia y la rotura del cable eléctrico EstLink 2 en diciembre. Los investigadores creen que los cables podrían haber sido arrastrados por anclas de barcos, y en ambos casos, según se informa, se trata de buques vinculados a Rusia.
Aunque no se encontró ninguna evidencia que vincule a Rusia con las rupturas del cable, en enero la OTAN lanzó una nueva misión de patrullaje ‘Baltic Sentry’ en la vía fluvial con el pretexto de proteger la infraestructura submarina en el Mar Báltico.
Moscú, que considera el Mar Báltico una zona estratégica para sus operaciones navales y exportaciones de energía, ha rechazado repetidamente las acusaciones de sabotaje y ha acusado a Occidente de difundir una narrativa falsa que presenta accidentes rutinarios como evidencia de su culpabilidad.
La Flota del Báltico de Rusia, con base en la región de Kaliningrado, desempeña un papel crucial en la protección de las fronteras marítimas occidentales de Rusia y el mantenimiento del acceso al mar Báltico.
Se considera un activo vital en la estrategia militar de Rusia hacia el flanco oriental de la OTAN. La Flota del Mar Negro de Rusia tiene su sede en la ciudad portuaria de Sebastopol, en Crimea, y es un componente clave del poder naval del país.