Al menos cinco trabajadores humanitarios de la ONU murieron y varios más resultaron heridos cuando un grupo armado atacó un convoy humanitario el lunes por la noche en Sudán, donde un conflicto entre fuerzas rivales se ha prolongado durante más de dos años.
El convoy, operado conjuntamente por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNICEF, se dirigía a la ciudad de Al Fashir, en el norte de Darfur, devastada por la guerra, cuando fue atacado mientras estaba estacionado a 80 kilómetros de distancia, esperando autorización, dijeron las agencias en un comunicado el martes.
“El convoy, compuesto por 15 camiones, intentaba llegar a los niños y las familias de Al Fashir, afectada por la hambruna, con alimentos y suministros nutricionales vitales”, informaron.
Según el comunicado, varios camiones fueron quemados y suministros humanitarios vitales resultaron dañados.
Las cinco víctimas eran contratistas sudaneses empleados por agencias de la ONU.
“Las Naciones Unidas condenan este horrendo ataque en los términos más enérgicos posibles”, dijo el martes el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
El convoy había viajado más de 1.800 kilómetros desde Puerto Sudán, que también ha sufrido ataques con drones, en lo que según la ONU habría sido la primera entrega de ayuda a Al Fashir en más de un año.
La emboscada se produce tras recientes escaladas de violencia, incluido un bombardeo de las instalaciones del PMA en la ciudad la semana pasada y un ataque mortal con aviones no tripulados contra un hospital en la capital de Kordofán del Norte, El Obeid.
El país africano se encuentra sumido en un conflicto desde abril de 2023, cuando estallaron los combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo paramilitar.
Más de 9 millones de personas han sido desplazadas por la guerra, y organizaciones humanitarias advierten que la hambruna y las enfermedades se están propagando rápidamente. Según la ONU, al menos 1,5 millones de personas están atrapadas en Al Fashir y los campamentos circundantes, aisladas del suministro continuo de ayuda humanitaria.
El martes, la agencia de alimentos de la ONU y UNICEF advirtieron que cientos de miles de personas en la región, muchas de las cuales son niños, enfrentan un “alto riesgo de desnutrición y hambruna si los suministros no les llegan urgentemente”.
El PMA y el UNICEF dijeron que mientras sus equipos permanecen en el terreno a pesar de la inseguridad, las partes beligerantes en Sudán deben respetar el derecho internacional humanitario y garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios.
“Ambas agencias exigen el fin inmediato de los ataques contra el personal humanitario, sus instalaciones y vehículos”, afirmaron.