El nuevo presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, ha prometido reanudar las conversaciones con Corea del Norte con el objetivo de asegurar la paz en la península de Corea.
Lee, quien prestó juramento la mañana del miércoles tras su victoria en las elecciones anticipadas del martes, hizo el comentario mientras describía los objetivos políticos clave para su mandato de cinco años.
En su discurso inaugural ante la Asamblea Nacional del país, Lee se comprometió a enfrentar las amenazas nucleares y militares de Corea del Norte con una “fuerte disuasión”, reforzada por la alianza militar entre Corea del Sur y Estados Unidos.
Sin embargo, también dijo que reiniciaría las conversaciones con Pyongyang, prometiendo “abrir un canal de comunicación con Corea del Norte y establecer la paz en la Península Coreana a través del diálogo y la cooperación”.
No está claro cómo será recibido esto, ya que Pyongyang ha rechazado las conversaciones con Seúl desde 2019.
Aunque los críticos del líder liberal lo han acusado anteriormente de mirar hacia China y Corea del Norte y lejos de Estados Unidos y Japón, Lee enfatizó que quería aumentar la cooperación entre Seúl, Washington y Tokio.
Mediante una diplomacia pragmática basada en los intereses nacionales, convertiremos la crisis generada por el importante cambio en el panorama económico y de seguridad mundial en una oportunidad para maximizar nuestros intereses nacionales, afirmó Lee.
El Dr. Edward Howell, miembro de la Fundación Corea en el Programa Asia-Pacífico de Chatham House, dijo a Euronews que, si bien Pyongyang preferirá a Lee antes que a su rival conservador, ha mostrado poco interés en dialogar con Seúl en los últimos años.
“La posición de Lee sobre Corea del Norte es bien conocida, y los gobiernos izquierdistas anteriores han preferido políticas de compromiso y diálogo con Corea del Norte a aquellas que implican sanciones”, dijo Howell.
“La política de Lee hacia Corea del Norte marca un cambio significativo con respecto a la de Yoon Suk Yeol, y aunque Corea del Norte estará satisfecha con una victoria de Lee sobre su rival conservador, Pyongyang no ha mostrado si es que ha mostrado alguna intención de entablar conversaciones con Seúl en los últimos cuatro años”, añadió.
Howell, quien también es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Oxford, dijo que incluso si se celebran conversaciones, pueden ser breves y sin impacto.
“Existe el riesgo de que Corea del Norte simplemente se niegue a entablar un diálogo con el Sur a pesar de cualquier propuesta de este último”, dijo.
La pregunta sigue siendo si dicho diálogo entre Lee y Kim Jong Un tendrá efectos tangibles en la desnuclearización de Corea del Norte y las violaciones de derechos humanos. El gobierno de Moon Jae-in demostró claramente la brevedad de dicho diálogo.
El gobierno de Lee enfrenta muchos desafíos, incluida una desaceleración de la economía interna, un aumento de aranceles en Estados Unidos y un contexto internacional volátil.
El nuevo líder surcoreano ha enfatizado repetidamente la alianza de Seúl con Washington como piedra angular de su política exterior.
Al felicitar a Lee por su elección, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, dijo que desea mantener conversaciones cumbre con Lee “lo antes posible” para promover aún más los lazos bilaterales, mientras que el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que Seúl y Washington comparten “un compromiso férreo” con la alianza basada en su “tratado de defensa mutua, valores compartidos y profundos lazos económicos”.
Corea del Sur, Estados Unidos y sus aliados están preocupados por los estrechos vínculos de Pyongyang con Rusia.
Temen que Rusia, a cambio de las tropas y armas que Corea del Norte ha enviado para ayudar en su guerra contra Ucrania, pueda dar a Pyongyang la tecnología necesaria para desarrollar su programa de armas nucleares.
En cuanto a los asuntos internos, el nuevo presidente, que obtuvo el 49,3% de los votos emitidos en las elecciones del martes frente al 41,3% del principal candidato conservador Kim Moon-soo, se comprometió a librar una “batalla frontal” contra las amenazas de recesión en el país y a aumentar el gasto gubernamental.
Las elecciones anticipadas del martes fueron provocadas en abril por la destitución del ex presidente conservador Yoon Suk-yeol, luego de su intento fallido de imponer la ley marcial en diciembre.
Al abordar la crisis constitucional que lo llevó a la presidencia, Lee prometió una investigación en profundidad sobre la imposición de la ley marcial por parte de Yoon, al tiempo que pidió al país unirse y sanar sus divisiones.