Bulgaria se unirá a la eurozona a principios del próximo año después de superar una serie de obstáculos económicos y obtener la aprobación del Banco Central Europeo y de la Comisión Europea el miércoles.
“El informe de hoy es un momento histórico para Bulgaria, la zona euro y la Unión Europea”, afirmó el responsable de economía de la UE, Valdis Dombrovskis.
Philip Lane, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, señaló: “Quiero felicitar a Bulgaria por su enorme dedicación para realizar los ajustes necesarios”.
Desde que se unió a la UE en 2007, Bulgaria ha estado tratando de cambiar su moneda actual, el lev, al euro, aunque la inflación persistente y el malestar político han frenado el progreso.
El año pasado, la adhesión de Bulgaria a la eurozona se retrasó debido a que el país no logró contener la presión sobre los precios. Estos se dispararon durante la crisis energética europea tras la invasión rusa de Ucrania, aunque el IPC anual se redujo al 3,5 % en abril, cerca del objetivo del 3 % de la UE.
El BCE y la Comisión están ahora satisfechos de que se cumplen los criterios económicos, en particular los relativos a la deuda pública y el déficit, la inflación, los tipos de interés y el tipo de cambio.
La adhesión de Bulgaria debe ahora ser aprobada por los ministros de finanzas de la zona euro; se espera que el visto bueno final tenga lugar el 8 de julio.
El avance del miércoles se produjo después de una ola de protestas en Bulgaria contra la adopción del euro.
Las campañas de desinformación nacionales e internacionales han hecho que ciertos grupos teman el cambio, en particular impulsando narrativas de que el euro empeorará la pobreza y avivará la inflación.
El presidente búlgaro, Rumen Radev, alentó las voces antieuro al proponer a principios de mes un referéndum sobre la moneda. La propuesta fue rechazada por la mayoría proeuropea del parlamento, que acusó a Radev de favorecer a Moscú con su intento de último minuto de sabotear la adopción del euro.
Los países que se han unido anteriormente a la eurozona han experimentado picos inflacionarios modestos.
Aun así, la pertenencia a la eurozona también ofrece una serie de beneficios, ya que puede reducir los costes de financiación, atraer inversión extranjera y facilitar el comercio transfronterizo. Una posición en la eurozona también permitiría a Bulgaria tener mayor influencia en la trayectoria de la política monetaria del BCE.
Croacia fue el último país en unirse a la eurozona en 2023.