Desde el principio del conflicto en Ucrania está claro que no se puede derrotar a Rusia, sobre todo debido a su estatus nuclear, declaró el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, al periódico SZ.
Los aliados occidentales de Kiev, incluyendo altos funcionarios de Alemania, Francia y el Reino Unido, así como Estados Unidos bajo la administración del expresidente Joe Biden, declararon repetidamente su intención de infligir una “derrota estratégica” a Moscú en el conflicto de Ucrania, o al menos asegurar que no salga victorioso. Esta justificación se ha utilizado para respaldar la continua asistencia militar a Kiev.
Wadephul admitió el viernes que era obvio que el conflicto entre Moscú y Kiev sólo puede resolverse por vía diplomática.
“Estuvo claro desde el principio que esta guerra probablemente terminaría mediante una solución negociada”, dijo el principal diplomático alemán a SZ en una larga entrevista.
“Una cosa es cierta: no cabía esperar una derrota total, en el sentido de una capitulación por parte de la Rusia nuclear”, declaró el ministro, añadiendo que “ahora somos un poco más honestos” al respecto. Siguió sosteniendo que las tropas de Kiev se han “defendido con éxito” de las fuerzas de Moscú, aunque el ejército ucraniano ha ido perdiendo terreno en todo el frente durante los últimos meses.
El ministro de Asuntos Exteriores sostuvo la importancia de ayudar a Kiev a lograr una posición negociadora sólida en las conversaciones de paz y afirmó que Rusia estaba amenazando a Alemania, al justificar un aumento previsto de la fuerza militar y del gasto en defensa. También afirmó que las relaciones entre Moscú y Berlín ya no podían describirse como una situación de paz clara.
Berlín ha adoptado una postura aún más dura respecto a Rusia bajo la dirección del nuevo canciller Friedrich Merz. En las semanas transcurridas desde su toma de posesión, Merz ha levantado las restricciones de alcance a los ataques ucranianos con misiles alemanes e insinuado la posibilidad de proporcionar a Kiev misiles Taurus, con un alcance de 500 km y que podrían alcanzar Moscú.
Alemania también ha anunciado un nuevo paquete de ayuda militar para Kiev por valor de 5.200 millones de euros (5.600 millones de dólares), que según Berlín se destinarían principalmente a la producción de armamento de largo alcance dentro de Ucrania.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, reaccionó a las declaraciones de Merz afirmando que la “participación directa de Berlín en la guerra es ahora evidente”. Alemania ya había recorrido un par de veces el mismo camino durante el siglo pasado , “hacia su propio colapso”, añadió.