Despidos, salarios congelados y falta de insumos para trabajar son algunos de los problemas que desencadenan la crítica situación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Miles de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina se manifestaron este miércoles en diversas ciudades del país para denunciar la crítica situación que atraviesa el sector desde el ascenso del presidente Javier Milei.
Las protestas, con epicentro en el Polo Científico de Palermo, visibilizaron problemas como la falta de financiamiento para laboratorios, despidos, salarios congelados y desarticulación de agencias e instituciones, lo que ha causado vacío en el organismo.
La movilización, convocada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Conicet y otras organizaciones, se desarrolló bajo la consigna “Nadie se salva solo”. Sin trabajadores no hay ciencia, sin ciencia no hay futuro. Argumentaron que la situación es insostenible, con dificultades para adquirir insumos básicos, salarios que impulsan la fuga de profesionales al sector privado o al extranjero, y la paralización de proyectos por la falta de subsidios.
En el último año, se reportó el despido del 11 por ciento del personal administrativo del Conicet y una reducción de 1.291 trabajadores, incluyendo un 46 por ciento de becarios doctorales y postdoctorales. Además, se registró un aumento del 24 por ciento en las renuncias de miembros de la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico (CIC) y del 46 por ciento en las renuncias del personal administrativo.
La pérdida del poder adquisitivo de los salarios, estimada en un 35 por ciento desde diciembre de 2023, y la drástica reducción del presupuesto destinado a Ciencia y Tecnología, que pasó del 0,3 por ciento del PBI en 2023 al 0,15 por ciento proyectado para 2025, evidencian la gravedad de la situación y la preocupación por el futuro del sistema científico tecnológico nacional.