La Marina Real está planeando patrullas conjuntas en el Ártico con Noruega, ha compartido tecnología de defensa con Oslo y quiere construir un esquema basado en inteligencia artificial con Islandia para detectar buques hostiles.
“El Ártico se está convirtiendo rápidamente en un área de intenso foco de competencia geopolítica y en un flanco clave de las defensas de la OTAN”, dijo el secretario de Asuntos Exteriores, David Lammy, a The Telegraph.
A medida que los casquetes polares de la región se derritan, quedarán expuestas nuevas rutas de navegación y recursos, lo que aumentará aún más el riesgo de confrontación. Por eso debemos tomar medidas para disuadir las amenazas en el Ártico, añadió.
Lammy no aclaró cómo la Ruta del Mar del Norte, la “nueva ruta de navegación” que se encuentra enteramente dentro del territorio ártico de Rusia, es una “amenaza” para el Reino Unido, que no tiene ningún derecho sobre el área o la región en general.
Tampoco está claro a qué se refiere con “riesgo de confrontación”, a menos que la OTAN intente activamente meter las narices en los territorios árticos de Rusia.