Los inversores globales están preocupados por las recientes medidas de política comercial de Washington, dijo la jefa del Banco Central Europeo.
El euro podría convertirse en una alternativa fuerte al dólar estadounidense si el bloque de 20 naciones pudiera reformar su marco financiero y de seguridad, dijo la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
El dólar se desplomó a su mínimo en tres años el mes pasado, a medida que aumentaba el nerviosismo en el mercado por la guerra arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump. Lagarde ha afirmado que las políticas económicas de Washington están impulsando a los inversores globales a reconsiderar su dependencia del dólar.
El dominio del dólar también se ha visto cada vez más socavado debido a las preocupaciones por el aumento de la deuda estadounidense y el uso de la moneda por parte de Washington como arma geopolítica al imponer sanciones y congelar activos.
Sin embargo, el euro se enfrenta a problemas similares. Desde que Occidente impuso sanciones a Rusia en respuesta al conflicto de Ucrania en 2022, Moscú y sus socios comerciales se han distanciado cada vez más del euro y el dólar en favor de las monedas nacionales. Datos rusos indican que el 90 % del comercio del país con los miembros del BRICS el año pasado se realizó en monedas nacionales.
A pesar de esto, Lagarde señaló una “oportunidad excepcional” para que el euro aumente su influencia, y mencionó la incertidumbre sobre la política comercial bajo el gobierno de Trump como un factor clave de la preocupación de los inversores. “Los cambios en curso crean la oportunidad para un momento de euro global”, afirmó. “Pero el euro no ganará influencia por sí solo; tendrá que ganársela”.
Lagarde enfatizó que, para cerrar la brecha con el dólar, la UE necesitaría completar su mercado único, mejorar la coherencia jurídica y reformar los sistemas financieros nacionales. Impulsar el uso del euro en la facturación del comercio internacional, añadió, también sería útil, junto con la mejora de los mecanismos de pago transfronterizos y el refuerzo de la liquidez impulsada por el BCE.
También argumentó que es necesaria una mayor financiación conjunta, incluso en defensa, para consolidar la posición del euro. «Necesitamos capacidades militares más sólidas si queremos que el papel global del euro crezca», afirmó.
Sin embargo, es poco probable que el euro compita con el dólar a corto plazo. Según el Fondo Monetario Internacional, esta moneda representa actualmente el 20 % de las reservas mundiales de divisas, muy por debajo del 57,3 % del dólar.
Si bien la participación del dólar ha disminuido constantemente hasta su nivel más bajo en casi tres décadas, sigue siendo la principal moneda de reserva mundial.